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2 Reyes 6:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Sin embargo, de inmediato Eliseo, hombre de Dios, le advertía al rey de Israel: «No te acerques a ese lugar, porque allí los arameos piensan movilizar sus tropas».

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los sirios van allí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Pero el hombre de Dios mandó a decir al rey de Israel: 'No pases por ese lugar, porque ahí van a bajar los arameos'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Entonces el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Cuídate de pasar por tal lugar, porque por allí van a bajar los sirios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 El varón de Dios envió a decir al rey de Israel: 'Guárdate de pasar por tal sitio, porque los arameos están bajando allí'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los sirios van allí.

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2 Reyes 6:9
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

De hecho, el Señor Soberano nunca hace nada sin antes revelar sus planes a sus siervos, los profetas.


Esta es una revelación de Jesucristo, la cual Dios le dio para mostrar a sus siervos los acontecimientos que deben suceder pronto. Él envió a un ángel a presentarle esta revelación a su siervo, Juan,


—No somos nosotros, mi señor el rey —respondió uno de los oficiales—. ¡Eliseo, el profeta de Israel, le comunica al rey de Israel hasta las palabras que usted dice en la intimidad de su alcoba!


Sin embargo, cuando ella se encontró con el hombre de Dios en la montaña, se postró en el suelo delante de él y se agarró de sus pies. Giezi comenzó a apartarla, pero el hombre de Dios dijo: «Déjala. Está muy angustiada, pero el Señor no me ha dicho qué le pasa».


Entonces el hombre de Dios fue a ver al rey de Israel y le dijo: «Esto dice el Señor: “Los arameos han dicho: ‘El Señor es un dios de las montañas y no de las llanuras’. Así que derrotaré a este gran ejército por ti. Entonces sabrás que yo soy el Señor”».


Entonces un profeta fue a ver a Acab, rey de Israel, y le dijo: —Esto dice el Señor: “¿Ves todas esas fuerzas enemigas? Hoy las entregaré en tus manos. Así sabrás que yo soy el Señor”.


Cierto día, la viuda de un miembro del grupo de profetas fue a ver a Eliseo y clamó: —Mi esposo, quien te servía, ha muerto, y tú sabes cuánto él temía al Señor; pero ahora ha venido un acreedor y me amenaza con llevarse a mis dos hijos como esclavos.


Cuando ella le contó al hombre de Dios lo que había sucedido, él le dijo: «Ahora vende el aceite de oliva y paga tus deudas; tú y tus hijos pueden vivir de lo que sobre».


Cada vez que el rey de Aram entraba en guerra con Israel, consultaba con sus funcionarios y les decía: «Movilizaremos nuestras fuerzas en tal y tal lugar».


Entonces el rey de Israel mandaba un aviso al lugar indicado por el hombre de Dios. Varias veces Eliseo le advirtió al rey para que estuviera alerta en esos lugares.


Luego el Señor me avisó acerca de los complots que mis enemigos tramaban en mi contra.


Él frustra los planes de los que traman para que el trabajo de sus manos no prospere.


El Señor frustra los planes de las naciones y hace fracasar todas sus intrigas.


El Señor preserva a los que tienen conocimiento, pero arruina los planes de los traicioneros.


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