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2 Reyes 6:31 - Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Entonces el rey juró: «Que Dios me castigue y aun me mate si hoy mismo no separo la cabeza de Eliseo de sus hombros».

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Biblia Reina Valera 1960

31 Y él dijo: Así me haga Dios, y aun me añada, si la cabeza de Eliseo hijo de Safat queda sobre él hoy.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 El rey dijo: '¡Castígueme Dios una y otra vez si la cabeza de Eliseo hijo de Safat le queda hoy sobre sus hombros!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Entonces dijo: ¡Así me haga ’Elohim, y aun me añada, si la cabeza de Eliseo ben Safat permanece hoy sobre él!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Dijo luego el rey: '¡Esto me haga Dios y esto me añada, si la cabeza de Eliseo, hijo de Safat, se mantiene hoy sobre sus hombros! '.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Y él dijo: Así me haga Dios, y así me añada, si la cabeza de Eliseo, hijo de Safat, quedare sobre él hoy.

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2 Reyes 6:31
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces Jezabel le mandó este mensaje a Elías: «Que los dioses me hieran e incluso me maten si mañana a esta hora yo no te he matado, así como tú los mataste a ellos».


Donde tú mueras, allí moriré y allí me enterrarán. ¡Que el Señor me castigue severamente si permito que algo nos separe, aparte de la muerte!


No se dan cuenta de que es mejor para ustedes que muera un solo hombre por el pueblo, y no que la nación entera sea destruida».


Entonces los funcionarios fueron a ver al rey y le dijeron: —Señor, ¡este hombre debe morir! Esta forma de hablar desmoralizará a los pocos hombres de guerra que nos quedan, al igual que a todo el pueblo. ¡Este hombre es un traidor!


El rey de Israel contestó a Josafat: —Hay un hombre más que podría consultar al Señor por nosotros, pero lo detesto. ¡Nunca me profetiza nada bueno, solo desgracias! Se llama Micaías, hijo de Imla. —¡Un rey no debería hablar de esa manera! —respondió Josafat—. Escuchemos lo que tenga que decir.


Cuando Acab vio a Elías, exclamó: —¿Así que realmente eres tú, el alborotador de Israel?


Entonces el rey Salomón hizo un juramento delante del Señor diciendo: —Que Dios me hiera e incluso me mate si Adonías no ha sellado su destino con esta petición.


Además, David les pidió que le dijeran a Amasa: «Como eres de mi misma sangre, al igual que Joab, que Dios me castigue y aun me mate si no te nombro comandante de mi ejército en su lugar».


David rehusó comer el día del funeral y todos le suplicaban que comiera. Pero David había hecho el siguiente juramento: «Que Dios me castigue y aun me mate si como algo antes de que se ponga el sol».


¡Que Dios me castigue y aun me mate si no hago todo lo posible para ayudar a David a que consiga lo que el Señor le prometió!


¡Que Dios me castigue y me mate si tan solo un hombre de su casa queda con vida mañana por la mañana!».


—Sí, Jonatán —dijo Saúl—, ¡debes morir! Que Dios me castigue e incluso me mate si no mueres por esto.


—¿Qué te dijo el Señor? Dímelo todo. ¡Y que el Señor te castigue, y aun te mate, si me ocultas algo!


Con eso Ben-adad le envió otro mensaje a Acab, que decía: «Que los dioses me hieran e incluso me maten si de Samaria queda polvo suficiente para darle un puñado a cada uno de mis soldados».


Ahora bien, Giezi, el sirviente de Eliseo, hombre de Dios, se dijo a sí mismo: «Mi amo no debería haber dejado ir al arameo sin aceptar ninguno de sus regalos. Tan cierto como que el Señor vive, yo iré tras él y le sacaré algo».


El enojo del rey es amenaza de muerte; el sabio tratará de aplacarlo.


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