2 Reyes 6:20 - Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁰ Apenas entraron en Samaria, Eliseo pidió en oración: «Oh Señor, ahora ábreles los ojos para que vean». Entonces el Señor les abrió los ojos, y se dieron cuenta de que estaban en el centro de la ciudad de Samaria.

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Biblia Reina Valera 1960

²⁰ Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de estos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos, y miraron, y se hallaban en medio de Samaria.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁰ Cuando ya habían entrado en Samaría, Eliseo dijo: '¡Yavé, abre los ojos de estos hombres para que vean!' Yavé les abrió los ojos y vieron que estaban en Samaría.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁰ Y cuando llegaron a Samaria, sucedió que Eliseo dijo: ¡Oh YHVH, abre los ojos de éstos para que puedan ver! Y YHVH abrió sus ojos, y miraron, y he aquí, estaban en medio de Samaria.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁰ Cuando llegaron a Samaría, exclamó Eliseo: '¡Oh Yahveh! Ábreles los ojos para que vean'. Les abrió Yahveh los ojos, y vieron que estaban dentro de Samaría.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁰ Y sucedió que cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de estos para que vean. Y Jehová abrió sus ojos y miraron, y he aquí que estaban en medio de Samaria.

2 Reyes 6:20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

2 Reyes 6:17

Entonces Eliseo oró: «Oh Señor, ¡abre los ojos de este joven para que vea!». Así que el Señor abrió los ojos del joven, y cuando levantó la vista vio que la montaña alrededor de Eliseo estaba llena de caballos y carros de fuego.

Lucas 24:31

De pronto, se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Y, en ese instante, Jesús desapareció.

Lucas 16:23

y fue al lugar de los muertos. Allí, en medio del tormento, vio a Abraham a lo lejos con Lázaro junto a él.

2 Reyes 6:19

Luego Eliseo salió y les dijo: «¡Ustedes vinieron por el camino equivocado! ¡Esta no es la ciudad correcta! Síganme y los llevaré a donde está el hombre que buscan», y los guio a la ciudad de Samaria.

Números 22:31

Entonces el Señor abrió los ojos de Balaam y vio al ángel del Señor de pie en el camino con una espada desenvainada en su mano. Balaam se inclinó y cayó rostro en tierra ante él.