Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Reyes 4:8 - Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Cierto día, Eliseo fue a la ciudad de Sunem y una mujer rica que vivía allí le insistió que fuera a comer a su casa. Después, cada vez que él pasaba por allí, se detenía en esa casa para comer algo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

8 Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Un día pasaba Eliseo por Sunam. Había allí una mujer rica que lo invitó para que se quedara a comer, y desde ese día, cada vez que pasaba por allí, se detenía en su casa.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Aconteció también un día, que pasaba Eliseo por Sunem, y había allí una mujer distinguida, la cual lo invitó con insistencia para que comiera; y así fue que siempre que pasaba por allí, él entraba a comer.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Cierto día pasaba Eliseo por Sunén. Había allí una mujer principal, que con insistencia lo invitó a comer. Y en adelante, siempre que pasaba, se detenía allí a comer.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una gran mujer, la cual le constriñó a que comiese del pan; y cuando por allí pasaba, se venía a su casa a comer del pan.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Reyes 4:8
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Su territorio incluía las siguientes ciudades: Jezreel, Quesulot, Sunem,


pero ellos le suplicaron: «Quédate con nosotros esta noche, ya que se está haciendo tarde». Entonces los acompañó a la casa.


No siempre los ancianos son sabios; a veces las personas de edad no comprenden la justicia.


Poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas burras; también tenía muchos sirvientes. En realidad, era la persona más rica de toda aquella región.


Pero Lot insistió, y finalmente ellos fueron con él a su casa. Lot preparó un banquete para ellos, con pan sin levadura recién horneado, y ellos comieron;


Entonces buscaron una muchacha hermosa por toda la tierra de Israel y encontraron a Abisag, de Sunem, y se la llevaron al rey.


Era muy anciano —tenía ochenta años de edad— y muy rico. Él fue quien proveyó el alimento para el rey durante el tiempo que pasó en Mahanaim.


—Serán bienvenidos en mi casa —les dijo el anciano—. Yo les daré todo lo que pudiera faltarles; pero no se les ocurra pasar la noche en la plaza.


Ella y los de su casa fueron bautizados, y nos invitó a que fuéramos sus huéspedes. «Si ustedes reconocen que soy una verdadera creyente en el Señor —dijo ella—, vengan a quedarse en mi casa». Y nos insistió hasta que aceptamos.


porque él será grande a los ojos del Señor. No deberá beber vino ni ninguna bebida alcohólica y será lleno del Espíritu Santo aun antes de nacer.


Y así lo sedujo con sus dulces palabras y lo engatusó con sus halagos.


Cierto día, el niño, ya más grande, salió a ayudar a su padre en el trabajo con los cosechadores,


Los filisteos montaron su campamento en Sunem, y Saúl reunió a todo el ejército de Israel y acampó en Gilboa.


Entonces su amo dijo: “Ve por los senderos y detrás de los arbustos y a cualquiera que veas, insístele que venga para que la casa esté llena.


El que tenía las dos bolsas de plata también salió a trabajar y ganó dos más.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម