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2 Reyes 4:31 - Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Giezi se adelantó apresuradamente y puso la vara sobre el rostro del niño, pero no pasó nada. No daba señales de vida. Entonces regresó a encontrarse con Eliseo y le dijo: «El niño sigue muerto».

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Biblia Reina Valera 1960

31 Él entonces se levantó y la siguió. Y Giezi había ido delante de ellos, y había puesto el báculo sobre el rostro del niño; pero no tenía voz ni sentido, y así se había vuelto para encontrar a Eliseo, y se lo declaró, diciendo: El niño no despierta.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Guejazí se había adelantado; puso el bastón sobre el rostro del niño, pero no tuvo voz ni respuesta. Se volvió donde Eliseo y se lo comunicó: 'El niño no se despertó'. '

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Y Giezi se adelantó a ellos, y puso el cayado sobre el rostro del niño, pero no hubo voz ni reacción, así que volvió a su encuentro y le declaró, diciendo: El niño no despierta.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Guejazí se les había adelantado y había puesto el bastón sobre el rostro del niño, pero no recobró la voz ni dio señales de vida. Volvióse, pues, en busca de Eliseo y le dijo: 'El niño no se ha despertado'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Y Giezi había ido delante de ellos, y había puesto el bordón sobre el rostro del niño, pero no tenía voz ni sentido; y así se había vuelto para encontrar a Eliseo; y se lo declaró, diciendo: El niño no despierta.

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2 Reyes 4:31
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

—Después agregó—: Nuestro amigo Lázaro se ha dormido, pero ahora iré a despertarlo.


porque la luz hace todo visible. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes; levántate de los muertos, y Cristo te dará luz».


Entró y preguntó: «¿Por qué tanto alboroto y llanto? La niña no está muerta; solo duerme».


Se levantarán muchos de los que están muertos y enterrados, algunos para vida eterna y otros para vergüenza y deshonra eterna.


«Hijo de hombre, estos líderes han levantado ídolos en su corazón. Se han entregado a cosas que los harán caer en pecado. ¿Por qué habría de escuchar sus peticiones?


así mismo la gente yace en la tumba y jamás se levanta. Hasta que los cielos dejen de existir, nadie despertará ni será perturbado de su sueño.


Gritaron disparates toda la tarde hasta la hora del sacrificio vespertino, pero aún no había respuesta, ni siquiera se oía un solo sonido.


Entonces ellos prepararon uno de los toros y lo pusieron sobre el altar. Después invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, gritando: «¡Oh Baal, respóndenos!»; pero no hubo respuesta alguna. Entonces se pusieron a bailar, cojeando alrededor del altar que habían hecho.


Entonces le preguntó al Señor qué debía hacer, pero el Señor rehusó contestarle ya fuera por sueños o por sorteo sagrado o por medio de los profetas.


Entonces Saúl le preguntó a Dios: —¿Debemos perseguir a los filisteos? ¿Nos ayudarás a derrotarlos? Pero Dios no respondió ese día.


En efecto, cuando Eliseo llegó, el niño estaba muerto, acostado en la cama del profeta.


Ahora bien, Giezi, el sirviente de Eliseo, hombre de Dios, se dijo a sí mismo: «Mi amo no debería haber dejado ir al arameo sin aceptar ninguno de sus regalos. Tan cierto como que el Señor vive, yo iré tras él y le sacaré algo».


Eliseo le había dicho a la madre del niño que él había resucitado: «Toma a tu familia y múdate a algún otro lugar, porque el Señor ha decretado que habrá hambre en Israel durante siete años».


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