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2 Reyes 3:26 - Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Cuando el rey de Moab vio que estaba perdiendo la batalla, salió con setecientos de sus espadachines en un intento desesperado por penetrar en las filas enemigas que estaban cerca del rey de Edom, pero fracasaron.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Y cuando el rey de Moab vio que era vencido en la batalla, tomó consigo setecientos hombres que manejaban espada, para atacar al rey de Edom; mas no pudieron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Cuando el rey de Moab vio que le iba mal en la batalla, reunió a setecientos hombres armados de espada para romper el cerco frente al rey de Edom, pero no lo logró.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Y cuando el rey de Moab vio que la batalla arreciaba contra él, tomó consigo setecientos hombres diestros en el manejo de la espada,° para abrirse paso contra el rey de Edom, pero no pudieron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Al ver el rey de Moab que la lucha era demasiado recia para sus fuerzas, tomó consigo setecientos hombres con las espadas desenvainadas, para irrumpir contra el rey de Edom. Pero no lo consiguieron.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 Y cuando el rey de Moab vio que la batalla lo vencía, tomó consigo setecientos hombres que sacaban espada, para abrir brecha contra el rey de Idumea; mas no pudieron.

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2 Reyes 3:26
5 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Esto es lo que dice el Señor: «¡Los habitantes de Moab han pecado una y otra vez y no permitiré que queden sin castigo! Profanaron los huesos del rey de Edom, reduciéndolos a cenizas.


El rey de Edom y sus tropas también se unieron a ellos, y los tres ejércitos dieron un rodeo a través del desierto durante siete días; pero no había agua para los hombres ni para los animales.


Destruyeron las ciudades, cubrieron con piedras toda la tierra productiva, taparon todos los manantiales y cortaron todos los árboles buenos. Lo último que quedaba en pie era Kir-hareset con sus murallas de piedra, pero algunos hombres con hondas la rodearon y la atacaron.


Después el rey de Moab tomó a su hijo mayor, el heredero al trono, y lo sacrificó como una ofrenda quemada sobre la muralla. En consecuencia, hubo un gran enojo contra Israel y los israelitas se retiraron y regresaron a su tierra.


Durante el reinado de Yoram, los edomitas se rebelaron contra Judá y coronaron a su propio rey.


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