25 Después, a mediados del otoño de ese año, Ismael, hijo de Netanías y nieto de Elisama, quien era miembro de la familia real, fue con diez hombres a Mizpa y mató a Gedalías. También mató a todos los judíos y babilonios que estaban con él en Mizpa.
25 Mas en el mes séptimo vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la estirpe real, y con él diez varones, e hirieron a Gedalías, y murió; y también a los de Judá y a los caldeos que estaban con él en Mizpa.
25 Pero al séptimo mes, Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, que pertenecía a la familia real, llegó con diez de sus hombres y dio muerte a Godolías y a los judíos y caldeos que estaban con él en Mispá.
25 Pero en el mes séptimo aconteció que Ismael ben Netanías, hijo de Elisama, de la estirpe real, fue con diez hombres y atacó a Gedalías, el cual murió junto con los judíos y los caldeos que estaban con él en Mizpa.
25 Pero el mes séptimo llegó Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisamá, de estirpe real, acompañado de diez hombres, e hirieron de muerte a Godolías y a los judíos y caldeos que estaban con él en Mispá.
25 Pero sucedió que en el mes séptimo vino Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la estirpe real, y con él diez varones, e hirieron a Gedalías, y murió; y también a los judíos y caldeos que estaban con él en Mizpa.
«El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: los ayunos tradicionales y los tiempos de luto que han mantenido al principio del verano, en pleno verano, en el otoño y en el invierno ahora han terminado. Se convertirán en festivales de alegría y celebración para el pueblo de Judá. Así que amen la verdad y la paz.
«Diles a tu pueblo y a tus sacerdotes: “Durante estos setenta años de destierro, cuando ayunaban y se vestían de luto en el verano y a comienzos del otoño, ¿hacían los ayunos realmente para mí?
Más adelante Johanán habló con Gedalías en privado y se ofreció para matar a Ismael en forma secreta. —¿Por qué deberíamos permitir que venga y te mate? —preguntó Johanán—. ¿Qué les sucederá entonces a los judíos que regresaron? ¿Por qué los pocos que quedamos deberíamos terminar esparcidos y perdidos?
Gedalías les juró que los funcionarios babilónicos no querían hacerles ningún daño. «No les tengan miedo. Vivan en la tierra y sirvan al rey de Babilonia, y todo les irá bien», les prometió.
Después, a mediados del otoño de ese año, Ismael, hijo de Netanías y nieto de Elisama, quien era miembro de la familia real y había sido uno de los altos funcionarios del rey, fue con diez hombres a Mizpa para encontrarse con Gedalías. Mientras comían juntos,
Ismael y sus diez hombres de pronto se levantaron, desenvainaron sus espadas y mataron a Gedalías, a quien el rey de Babilonia había nombrado gobernador.