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2 Reyes 21:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Sin embargo, la gente se negó a escuchar, y Manasés los llevó a cometer cosas aún peores que las que habían hecho las naciones paganas que el Señor había destruido cuando el pueblo de Israel entró en la tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Mas ellos no escucharon; y Manasés los indujo a que hiciesen más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Pero no hicieron caso y Manasés los arrastró a hacer cosas peores aún que las hechas por las naciones que había destruido Yavé ante los israelitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Pero no escucharon, pues Manasés los indujo a hacer el mal, más que las otras naciones a las que YHVH había destruido delante de los hijos de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero ellos no obedecieron y Manasés les indujo a hacer el mal, hasta el punto de hacer cosas peores que las que hacían las naciones que Yahveh había exterminado delante de Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Mas ellos no escucharon; y Manasés los indujo a que hiciesen más mal que las gentes que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.

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2 Reyes 21:9
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Si un gobernante presta atención a los mentirosos, todos sus consejeros serán perversos.


»Pero tengo una queja en tu contra. Permites que esa mujer —esa Jezabel que se llama a sí misma profetisa— lleve a mis siervos por mal camino. Ella les enseña a cometer pecado sexual y a comer alimentos ofrecidos a ídolos.


Recuerden que es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerlo.


Ellos no serían culpables si yo no hubiera venido a hablarles, pero ahora no tienen ninguna excusa por su pecado.


»¡Oh, Jerusalén, Jerusalén, la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los mensajeros de Dios! Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina protege a sus pollitos debajo de sus alas, pero no me dejaste.


El pueblo de Israel será aplastado y demolido por mi juicio, porque están decididos a rendir culto a ídolos.


Nos hemos rehusado a escuchar a tus siervos, los profetas, quienes hablaron bajo tu autoridad a nuestros reyes, príncipes, antepasados y a todo el pueblo de la tierra.


»Sin embargo, a pesar de todo esto, fueron desobedientes y se rebelaron contra ti. Dieron la espalda a tu ley, mataron a tus profetas, quienes les advertían que volvieran a ti, y cometieron terribles blasfemias.


Sin embargo, el pueblo se mofaba de estos mensajeros de Dios y despreciaba sus palabras. Se burlaron con desprecio de los profetas hasta que el enojo del Señor no pudo ser contenido y ya no se podía hacer nada.


Sin embargo, Manasés llevó al pueblo de Judá y de Jerusalén a cometer cosas aún peores de las que habían hecho las naciones paganas que el Señor había destruido cuando el pueblo de Israel entró en la tierra.


Él abandonará a Israel, debido a que Jeroboam pecó e hizo que Israel pecara con él».


Ahora bien, tú no solo pecaste igual que ellas, sino que tu corrupción pronto las superó.


Pues fui yo, el Señor tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca, y la llenaré de cosas buenas.


aunque los malvados anden pavoneándose y se alabe el mal por toda la tierra.


Luego el Señor dijo por medio de sus siervos, los profetas:


»Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano al pueblo: te has comportado peor que tus vecinos y te has negado a obedecer mis decretos y ordenanzas. Ni siquiera has vivido a la altura de las naciones que te rodean.


Sin embargo, el pueblo se negó a escuchar la advertencia de Samuel. —Aun así, todavía queremos un rey —dijeron ellos—.


En cambio, siguió el ejemplo de los reyes de Israel, hasta sacrificó a su propio hijo en el fuego. De esta manera, siguió las prácticas detestables de las naciones paganas que el Señor había expulsado de la tierra del paso de los israelitas.


pero ella se rebeló contra mis ordenanzas y decretos, y resultó ser aún más perversa que las naciones vecinas. Se ha negado a obedecer las ordenanzas y los decretos que le di para que siguiera.


y sabrán que yo soy el Señor. Pues se negaron a obedecer mis decretos y ordenanzas; en cambio, han imitado las costumbres de las naciones que los rodean”».


y dale este mensaje de parte del Señor Soberano: “Ciudad de asesinos, condenada y maldita —ciudad de ídolos, inmunda y repugnante—


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