2 Crónicas 7:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente5 El rey Salomón ofreció un sacrificio de veintidós mil cabezas de ganado y ciento veinte mil ovejas y cabras. Así el rey y todo el pueblo dedicaron el templo de Dios. សូមមើលជំពូកកំណែច្រើនទៀតBiblia Reina Valera 19605 Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo. សូមមើលជំពូកBiblia Católica (Latinoamericana)5 El rey Salomón ofreció en sacrificio veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Ese día el rey y todo el pueblo inauguraron la Casa de Dios. សូមមើលជំពូកLa Biblia Textual 3a Edicion5 Y el rey Salomón ofreció en sacrificio veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así el rey y todo el pueblo dedicaron la Casa de Dios. សូមមើលជំពូកBiblia Serafín de Ausejo 19755 El rey Salomón ofreció un sacrificio de veintidós mil bueyes y de ciento veinte mil ovejas. Así inauguraron el rey y todo el pueblo el templo de Dios. សូមមើលជំពូកBiblia Reina Valera Gómez (2023)5 Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo. សូមមើលជំពូក |
Al príncipe le corresponderá proveer las ofrendas que se entregan en los festivales religiosos, las celebraciones de luna nueva, los días de descanso y todas las demás ocasiones similares. Él también proveerá las ofrendas por el pecado, las ofrendas quemadas, las ofrendas de grano, las ofrendas líquidas y las ofrendas de paz, para purificar a los israelitas y así hacerlos justos ante el Señor.
Estoy a punto de construir un templo para honrar el nombre del Señor mi Dios. Será un lugar apartado para quemar incienso aromático delante de él, para presentar el pan especial del sacrificio y para sacrificar ofrendas quemadas todas las mañanas y todas las tardes en los días de descanso, en las celebraciones de luna nueva y en los demás festivales del Señor nuestro Dios. Él le ha ordenado a Israel que haga estas cosas para siempre.
Los sacerdotes ocuparon sus puestos asignados al igual que los levitas, quienes cantaban: «¡Su fiel amor perdura para siempre!». Acompañaban el canto con la música de los instrumentos que el rey David había hecho para alabar al Señor. Enfrente de los levitas, los sacerdotes hacían sonar las trompetas mientras todo Israel estaba de pie.