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2 Crónicas 30:8 - Biblia Nueva Traducción Viviente

8 No sean tercos como fueron ellos, sino sométanse al Señor y vengan a su templo que él mismo separó como santo para siempre. Adoren al Señor su Dios, para que su ira feroz se aleje de ustedes.

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Biblia Reina Valera 1960

8 No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová, y venid a su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid a Jehová vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 No endurezcan sus corazones como nuestros padres, sino que den la mano a Yavé, vengan a su santuario que él ha santificado para siempre, sirvan a Yavé, nuestro Dios, y el furor de su ira se apartará de ustedes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Ahora pues, no endurezcáis vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a YHVH° y venid a su Santuario, que Él consagró para siempre. Servid a YHVH vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Ahora, pues, no endurezcáis vuestra cerviz como vuestros padres. Tended la mano a Yahveh y venid a su santuario, que él ha santificado para siempre. Servid a Yahveh, vuestro Dios, para que él aparte de vosotros el ardor de su cólera.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová y venid a su santuario, el cual Él ha santificado para siempre; y servid a Jehová, vuestro Dios, y el furor de su ira se apartará de vosotros.

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2 Crónicas 30:8
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

pero ahora haré un pacto con el Señor, Dios de Israel, para que su ira feroz se aparte de nosotros.


Después el Señor dijo: —He visto lo terco y rebelde que es este pueblo.


Así que cambia la actitud de tu corazón y deja de ser terco.


»Por eso están delante del trono de Dios y le sirven día y noche en su templo. Y aquel que está sentado en el trono les dará refugio.


Pero, con respecto a Israel, Dios dijo: «Todo el día les abrí mis brazos, pero ellos fueron desobedientes y rebeldes».


pero ahora quedaron libres del poder del pecado y se han hecho esclavos de Dios. Ahora hacen las cosas que llevan a la santidad y que dan como resultado la vida eterna.


Todo el que quiera servirme debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.


—Vete de aquí, Satanás —le dijo Jesús—, porque las Escrituras dicen: “Adora al Señor tu Dios y sírvele únicamente a él” .


Desató sobre ellos su ira feroz, toda su furia, su enojo y hostilidad. Envió contra ellos a un grupo de ángeles destructores.


Entonces entré en tu santuario, oh Dios, y por fin entendí el destino de los perversos.


Que Egipto venga con regalos de metales preciosos; que Etiopía le lleve tributo a Dios.


Ya asoma tu procesión, oh Dios, la procesión de mi Dios y Rey mientras él entra en el santuario.


Te he visto en tu santuario y he contemplado tu poder y tu gloria.


Ellos juraron divorciarse de sus esposas, y cada uno reconoció su culpabilidad presentando un carnero como ofrenda por la culpa.


También se rebeló contra el rey Nabucodonosor, a pesar de que había hecho un juramento de lealtad en nombre de Dios. Sedequías era un hombre duro y terco, y rehusó volverse al Señor, Dios de Israel.


«¡No deben traer aquí a los prisioneros! —exclamaron—. ¡De ninguna manera nos conviene aumentar nuestros pecados y culpas! Nuestra culpa ya es muy grande, y la ira feroz del Señor ya se ha vuelto contra Israel».


Escúchenme y devuelvan a los prisioneros que han tomado, porque son sus propios parientes. ¡Tengan cuidado, porque ahora la ira feroz del Señor se ha vuelto contra ustedes!».


Todos los oficiales, los guerreros y los hijos del rey David juraron lealtad al rey Salomón.


Aun así, el Señor estaba muy enojado con Judá, debido a todas las perversidades que Manasés había hecho para provocarlo.


Pero si te niegas a servir al Señor, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor.


Obedece con diligencia los mandatos del Señor tu Dios: todas las leyes y los decretos que te dio.


Teme al Señor tu Dios y sírvele a él. Cuando hagas un juramento, hazlo únicamente en su nombre.


Que nuestros líderes actúen en nombre de todos nosotros. Que todo el que tenga una esposa pagana venga a una determinada hora, acompañado por los líderes y jueces de su ciudad, para que la ira feroz de nuestro Dios por este asunto se aleje de nosotros.


Lancen gritos de guerra contra Babilonia desde todas partes. ¡Miren! ¡Se rinde! Sus murallas han caído. Es la venganza del Señor, así que vénguense también ustedes. ¡Háganle lo mismo que ella les hizo a otros!


“Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, nunca escogí una ciudad de ninguna de las tribus de Israel como el sitio donde se construyera un templo para honrar mi nombre. Tampoco elegí a un rey para que guiara a mi pueblo Israel;


pero ahora he elegido a Jerusalén como el lugar para que mi nombre sea honrado, y he elegido a David para que sea rey de mi pueblo Israel”».


Pues he elegido este templo y lo he apartado para que sea santo, un lugar donde mi nombre será honrado para siempre. Lo vigilaré sin cesar, porque es muy preciado a mi corazón.


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