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2 Crónicas 30:27 - Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Luego los sacerdotes y los levitas se pusieron de pie y bendijeron al pueblo, y Dios escuchó su oración desde su santa morada en el cielo.

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Biblia Reina Valera 1960

27 Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Los sacerdotes y levitas bendijeron al pueblo; y fue escuchada su voz y su oración penetró en el cielo a su santa Morada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Después los sacerdotes y los levitas se levantaron y bendijeron al pueblo; y fue escuchada su voz, y su oración llegó hasta la morada de su santidad en los cielos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Luego se levantaron los sacerdotes y los levitas y bendijeron al pueblo. Su voz fue escuchada y su oración llegó hasta la santa morada, hasta el cielo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

27 Después, levantándose los sacerdotes y los levitas, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, hasta el cielo.

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2 Crónicas 30:27
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Padre de los huérfanos, defensor de las viudas, este es Dios y su morada es santa.


Ahora, mira desde tu morada en el cielo y bendice a tu pueblo Israel y a esta tierra que juraste a nuestros antepasados que nos darías, una tierra donde fluyen la leche y la miel”.


Entonces, siguiendo las instrucciones que había dado David, Joiada puso sacerdotes y levitas a cargo del templo del Señor. También les ordenó que presentaran ofrendas quemadas al Señor, como estaba establecido en la ley de Moisés, y que cantaran y se alegraran tal como David había instruido.


Cornelio lo miró fijamente, aterrorizado. —¿Qué quieres, señor? —le preguntó al ángel. Y el ángel contestó: —¡Dios ha recibido tus oraciones y tus donativos a los pobres como una ofrenda!


Esto dice el Señor: «El cielo es mi trono y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Podrían acaso construirme un templo tan bueno como ese? ¿Podrían construirme un lugar de descanso así?


Señor, mira desde el cielo; míranos desde tu santo y glorioso hogar. ¿Dónde están la pasión y el poder que solías manifestar a nuestro favor? ¿Dónde están tu misericordia y tu compasión?


El Alto y Majestuoso que vive en la eternidad, el Santo, dice: «Yo vivo en el lugar alto y santo con los de espíritu arrepentido y humilde. Restauro el espíritu destrozado del humilde y reavivo el valor de los que tienen un corazón arrepentido.


oye entonces desde el cielo donde vives y perdona. Haz con tu pueblo según merecen sus acciones, porque solo tú conoces el corazón de cada ser humano.


Que atiendas las peticiones humildes y fervientes de mi parte y de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Sí, óyenos desde el cielo donde tú vives y, cuando nos escuches, perdona.


En aquel tiempo, el Señor designó a los de la tribu de Leví para que se encargaran de llevar el arca del pacto del Señor y estuvieran delante del Señor para servirlo y pronunciar bendiciones en su nombre. Esas son las responsabilidades de ellos hasta el día de hoy.


Cuando la vida se me escapaba, recordé al Señor. Elevé mi oración sincera hacia ti en tu santo templo.


Luego Moisés revisó todo el trabajo. Cuando verificó que todo se había llevado a cabo tal como el Señor le había ordenado, los bendijo.


Que atiendas las peticiones humildes y fervientes de mi parte y de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Sí, óyenos desde el cielo donde tú vives y, cuando nos escuches, perdona.


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