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2 Crónicas 30:22 - Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Ezequías les dio ánimo a todos los levitas en cuanto a la habilidad que demostraban mientras servían al Señor. La celebración continuó durante siete días y se sacrificaron ofrendas de paz, y la gente le dio gracias al Señor, Dios de sus antepasados.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Y habló Ezequías al corazón de todos los levitas que tenían buena inteligencia en el servicio de Jehová. Y comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete días, ofreciendo sacrificios de paz, y dando gracias a Jehová el Dios de sus padres.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Ezequías habló al corazón de todos los levitas, que demostraban tener perfecto conocimiento de Yavé. Celebraron la solemnidad durante siete días sacrificando sacrificios de comunión y alabando a Yavé, el Dios de sus padres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Y Ezequías habló al corazón de todos los levitas que mostraban buen entendimiento en el servicio de YHVH. Y comieron de lo sacrificado en la solemnidad durante siete días, ofreciendo sacrificios de paz y dando gracias a YHVH, el Dios de sus padres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Por su parte, Ezequías habló cordialmente a todos los levitas, que tan buena disposición al servicio de Yahveh habían mostrado. Durante la fiesta de los siete días comieron de los sacrificios de comunión ofrecidos y alabaron a Yahveh, Dios de sus padres.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Y habló Ezequías al corazón de todos los levitas que tenían buena inteligencia en el servicio de Jehová. Y comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete días, sacrificando ofrendas de paz y dando gracias a Jehová, el Dios de sus padres.

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2 Crónicas 30:22
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Permanecieron de pie en el mismo lugar durante tres horas mientras se les leía en voz alta el libro de la ley del Señor su Dios. Luego confesaron sus pecados y adoraron al Señor su Dios durante tres horas más.


Designó oficiales militares con mando sobre los habitantes y los reunió delante de él en la plaza junto a la puerta de la ciudad. Luego Ezequías les dio ánimo diciendo:


Por lo tanto, confiesen ahora su pecado al Señor, Dios de sus antepasados, y hagan lo que él exige. Apártense de los habitantes de esta tierra y sepárense de esas mujeres paganas.


predica la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el tiempo oportuno. Corrige, reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza.


Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo


Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo.


Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a la tierra.


«Pero luego volveré a conquistarla. La llevaré al desierto y allí le hablaré tiernamente.


¡Escúchenme! Tengo cosas importantes que decirles. Todo lo que digo es correcto,


Esdras leyó del libro de la ley de Dios en cada uno de los siete días del festival. Luego, al octavo día, realizaron una asamblea solemne, tal como lo exigía la ley.


»Y tú, Esdras, usa la sabiduría que tu Dios te ha dado a fin de nombrar magistrados y jueces que conozcan las leyes de tu Dios, para que gobiernen a toda la gente de la provincia situada al occidente del río Éufrates. Enseña la ley a todo el que no la conozca.


Así fue porque Esdras había decidido estudiar y obedecer la ley del Señor y enseñar sus decretos y ordenanzas al pueblo de Israel.


Dio esta orden a los levitas, quienes debían enseñar a todo Israel y quienes habían sido apartados para servir al Señor: «Pongan el arca sagrada en el templo que construyó Salomón, hijo de David, rey de Israel. Ustedes ya no tienen que seguir cargándola de un sitio a otro sobre sus hombros. Ahora dediquen su tiempo a servir al Señor su Dios y a su pueblo Israel.


Llevaron copias del libro de la ley del Señor y recorrieron todas las ciudades de Judá, enseñando a la gente.


Por mucho tiempo los israelitas estuvieron sin el verdadero Dios, sin sacerdote que les enseñara y sin la ley que los instruyera;


Ellos enseñan tus ordenanzas a Jacob y dan tus instrucciones a Israel. Ofrecen incienso delante de ti y presentan ofrendas quemadas enteras sobre el altar.


Entonces Josué le dijo a Acán: —Hijo mío, da gloria al Señor, Dios de Israel, y di la verdad. Confiesa y dime lo que has hecho. No me lo escondas.


Como la bondadosa mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, nos enviaron a un hombre llamado Serebías junto con dieciocho de sus hijos y hermanos. Serebías era muy sagaz, un descendiente de Mahli, quien era descendiente de Leví, hijo de Israel.


No, no tengan miedo. Yo seguiré cuidando de ustedes y de sus hijos. Así que hablándoles con ternura y bondad, los reconfortó.


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