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2 Crónicas 30:18 - Biblia Nueva Traducción Viviente

18 La mayoría de los que habían venido de Efraín, Manasés, Isacar y Zabulón no se habían purificado. Sin embargo, se les permitió comer la cena de Pascua aunque estuviera en contra de las exigencias de la ley, porque Ezequías oró por ellos diciendo: «Que el Señor, quien es bueno, perdone a los

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Biblia Reina Valera 1960

18 Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no se habían purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que está escrito. Mas Ezequías oró por ellos, diciendo: Jehová, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha preparado su corazón para buscar a Dios,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Pues una gran parte del pueblo, muchos de Efraím, de Manasés, de Isacar, y de Zabulón, no se habían purificado y con todo comieron la Pascua sin observar lo escrito. Pero Ezequías rezó por ellos diciendo: 'Que Yavé que es bueno perdone'

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Porque gran parte del pueblo, muchos de Efraín y de Manasés, de Isacar y de Zabulón, no se habían purificado, y comieron la Pascua sin ajustarse a lo que estaba escrito.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Mucha gente de Efraín, de Manasés, de Isacar y de Zabulón no se había purificado y, sin embargo, comieron la Pascua sin ajustarse a lo prescrito. Pero Ezequías oró por ellos diciendo: 'Yahveh, que es bueno, perdone

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no se habían purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que está escrito. Mas Ezequías oró por ellos, diciendo: Jehová, que es bueno, sea propicio

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2 Crónicas 30:18
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por esta razón, cada uno debería examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa.


»Oh Señor, óyenos. Oh Señor, perdónanos. ¡Oh Señor, escúchanos y actúa! Por amor a tu nombre, no te demores, oh mi Dios, porque tu pueblo y tu ciudad llevan tu nombre».


Que atiendas las peticiones humildes y fervientes de mi parte y de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Sí, óyenos desde el cielo donde tú vives y, cuando nos escuches, perdona.


El Señor es bueno y hace lo correcto; les muestra el buen camino a los que andan descarriados.


Toda la asamblea de Judá se alegró, incluidos los sacerdotes, los levitas, todos los que habían venido del territorio de Israel, los extranjeros que vinieron al festival y todos los que vivían en Judá.


Sin embargo, algunos habitantes de Aser, Manasés y Zabulón se humillaron y fueron a Jerusalén.


»Pero los que se contaminen y no se purifiquen serán excluidos de la comunidad, porque han contaminado el santuario del Señor. Ya que el agua de la purificación no se ha rociado sobre ellos, quedarán contaminados.


Ahora devuelve la mujer a su esposo; y él orará por ti, porque es profeta. Entonces vivirás; pero si no la devuelves, puedes estar seguro de que tú y todo tu pueblo morirán.


Si alguno de ustedes ve que otro creyente comete un pecado que no lleva a la muerte, debe orar por él, y Dios le dará vida a esa persona. Pero hay un pecado que lleva a la muerte, y no digo que se ore por quienes lo cometen.


Tú eres bueno y haces únicamente el bien; enséñame tus decretos.


¡Oh Señor, eres tan bueno; estás tan dispuesto a perdonar, tan lleno de amor inagotable para los que piden tu ayuda!


Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su esposa y a sus siervas para que pudieran tener hijos.


Tu amor inagotable, oh Señor, es tan inmenso como los cielos; tu fidelidad sobrepasa las nubes.


Estos hombres le dieron al sumo sacerdote Hilcías el dinero que habían recaudado los levitas que servían como porteros en el templo de Dios. Las ofrendas las traían la gente de Manasés, de Efraín y los que quedaban de Israel; al igual que la gente de todo Judá, de Benjamín y de Jerusalén.


Cuando Moisés escuchó esto, quedó satisfecho.


y les dijeron: —Hemos quedado ceremonialmente impuros por tocar un cadáver. Pero ¿por qué se nos debe impedir presentar la ofrenda del Señor en la debida fecha con el resto de los israelitas?


Sin embargo, que el Señor me perdone en una sola cosa: cuando mi amo, el rey, vaya al templo del dios Rimón para rendirle culto y se apoye en mi brazo, que el Señor me perdone cuando yo también me incline.


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