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2 Crónicas 25:11 - Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Luego Amasías se armó de valor y dirigió a su ejército al valle de la Sal, donde mataron a diez mil soldados edomitas de Seir.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Esforzándose entonces Amasías, sacó a su pueblo, y vino al Valle de la Sal, y mató de los hijos de Seir diez mil.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Amasías cobró ánimo y, tomando el mando de su pueblo, marchó al Valle de la Sal, donde derrotó a diez mil hombres de los hijos de Seír.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Pero Amasías se fortaleció, y al frente de su pueblo fue al valle de la Sal y mató a diez mil de los hijos de Seir.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Amasías cobró ánimos y, al frente de su ejército, se dirigió al valle de la Sal, donde dio muerte a diez mil hijos de Seír.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Esforzándose entonces Amasías, sacó a su pueblo, y vino al valle de la Sal, y mató de los hijos de Seir a diez mil.

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2 Crónicas 25:11
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Amasías también mató a diez mil edomitas en el valle de la Sal. Además, conquistó la ciudad de Sela y le cambió el nombre a Jocteel, como se le conoce hasta el día de hoy.


Nos has rechazado, oh Dios, y quebraste nuestras defensas. Te enojaste con nosotros; ahora, restáuranos al gozo de tu favor.


A raíz de esto, David se volvió muy famoso. Después de su regreso, aniquiló a dieciocho mil edomitas en el valle de la Sal.


Así que Amasías dio de baja a las tropas que había contratado y las envió de regreso a Efraín. En consecuencia se enojaron con Judá y regresaron enfurecidos a sus casas.


Capturaron a otros diez mil, los llevaron hasta el borde de un precipicio y desde allí los despeñaron. Al caer sobre las rocas abajo, se hicieron pedazos.


Esto hizo enojar mucho al Señor, quien le envió un profeta para que le preguntara: —¿Por qué acudes a dioses que ni siquiera pudieron salvar a su propio pueblo de tu mano?


Has sido engañada por tu propio orgullo porque vives en una fortaleza de piedra y haces tu morada en lo alto de las montañas. “¿Quién puede tocarnos aquí en las remotas alturas?”, te preguntas con arrogancia;


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