Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Crónicas 20:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 y oró diciendo: «Oh Señor, Dios de nuestros antepasados, solo tú eres el Dios que está en el cielo. Tú eres el gobernante de todos los reinos de la tierra. Tú eres fuerte y poderoso. ¡Nadie puede hacerte frente!

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

6 y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Dijo: 'Yavé, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en el cielo y no dominas tú en todos los reinos de las naciones? En tu mano está el poder y la fortaleza sin que nadie pueda resistirte.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

6 y dijo: Oh YHVH, Dios de nuestros padres, ¿no eres sólo Tú el Dios de los cielos? ¿No eres Tú quien gobierna todos los reinos de las naciones? En tu mano hay fuerza y poder, y no hay quien pueda resistirte.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 dijo: 'Yahveh, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú el Dios que está en el cielo y no dominas tú sobre todos los reinos de las naciones? ¿No están en tus manos la fuerza y el poder, sin que nadie pueda resistirte?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 y dijo: Oh Jehová, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en el cielo, y señoreas sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Crónicas 20:6
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»Entonces recuerda lo siguiente y tenlo siempre presente: el Señor es Dios en los cielos y en la tierra, y no hay otro.


Pues esto es lo que decretaron los mensajeros; es lo que ordenan los santos, para que todos sepan que el Altísimo gobierna los reinos del mundo y los entrega a cualquiera que él elija, incluso a las personas más humildes’.


Dios reina sobre las naciones, sentado en su santo trono.


Y, como Dios les dio a esos gentiles el mismo don que nos dio a nosotros cuando creímos en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para estorbar a Dios?


No permitas que cedamos ante la tentación, sino rescátanos del maligno.


Ora de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre.


Usted será expulsado de la sociedad humana y vivirá en el campo con los animales salvajes. Comerá pasto como el ganado y el rocío del cielo lo mojará. Durante siete períodos de tiempo vivirá de esta manera hasta que reconozca que el Altísimo gobierna los reinos del mundo y los entrega a cualquiera que él elija.


Esto dice el Señor: «El cielo es mi trono y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Podrían acaso construirme un templo tan bueno como ese? ¿Podrían construirme un lugar de descanso así?


Nuestro Dios está en los cielos y hace lo que le place.


y oró: «Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón.


¡No es extraño que nuestro corazón esté lleno de temor! A nadie le queda valor para pelear después de oír semejantes cosas. Pues el Señor su Dios es el Dios supremo arriba, en los cielos, y abajo, en la tierra.


Dios ha hablado con claridad, y yo lo he oído muchas veces: el poder, oh Dios, te pertenece a ti;


Pues el Señor Altísimo es imponente; es el gran Rey de toda la tierra.


»Oh Señor, Dios de nuestros antepasados Abraham, Isaac e Israel, haz que tu pueblo siempre desee obedecerte. Asegúrate de que su amor por ti nunca cambie.


Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Cuando Moisés oyó esto, se cubrió el rostro porque tenía miedo de mirar a Dios.


Ahora bien, ustedes podrían decir: «¿Por qué Dios culpa a las personas por no responder? ¿Acaso no hicieron sencillamente lo que él les exige que hagan?».


Josafat se puso de pie ante la comunidad de Judá en Jerusalén, frente al nuevo atrio del templo del Señor,


Si usted permite que ellos vayan a la batalla junto con sus tropas, ustedes serán derrotados por el enemigo sin importar qué tan bien peleen. Dios los derribará, porque él tiene el poder para ayudarlos o para hacerlos tropezar.


¡Ven con tu gran poder, oh Dios, y rescátame! Defiéndeme con tu poder.


El Señor de los Ejércitos Celestiales ha hablado; ¿quién podrá cambiar sus planes? Cuando levante su mano, ¿quién lo podrá detener?».


Que atiendas las peticiones humildes y fervientes de mi parte y de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Sí, óyenos desde el cielo donde tú vives y, cuando nos escuches, perdona.


Los sacerdotes no pudieron seguir con la celebración a causa de la nube, porque la gloriosa presencia del Señor llenaba el templo de Dios.


Oró así: «Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú en los cielos ni en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón.


Dios es tan sabio y tan poderoso. ¿Quién lo ha desafiado alguna vez con éxito?


El Señor de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros; el Dios de Israel es nuestra fortaleza. Interludio


Vendré como un león que sale de los matorrales del Jordán y atacaré a las ovejas en los pastos. Echaré a Edom de su tierra, y nombraré al líder que yo escoja. Pues, ¿quién es como yo y quién puede desafiarme? ¿Qué gobernante puede oponerse a mi voluntad?».


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម