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2 Crónicas 2:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 pero en realidad, ¿quién puede edificarle un hogar digno de él? ¡Ni siquiera los cielos más altos pueden contenerlo! ¿Quién soy yo para proponer construirle un templo, excepto como lugar para quemarle sacrificios?

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Biblia Reina Valera 1960

6 Mas ¿quién será capaz de edificarle casa, siendo que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo? ¿Quién, pues, soy yo, para que le edifique casa, sino tan solo para quemar incienso delante de él?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Mándame, pues, un hombre hábil en trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la púrpura escarlata, el carmesí y la púrpura violeta, y que sepa grabar; estará con los artesanos que tengo conmigo en Judá y en Jerusalén, y que mi padre David ya puso a mi disposición.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Pero ¿quién será capaz de edificarle Casa, cuando los cielos, y los cielos de los cielos no lo pueden contener?° Y, ¿quién soy yo para que le edifique una Casa, sino tan sólo para quemar incienso ante Él?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Envíame, pues, un hombre experto en trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la púrpura escarlata, el carmesí y la púrpura violeta, y que sepa grabar entalladuras, para que esté con los expertos que tengo en Judá y en Jerusalén, a los que mi padre David ya había preparado.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Pero ¿Quién podrá edificarle casa, siendo que el cielo, y el cielo de los cielos no le pueden contener? ¿Quién, pues, soy yo, para que le edifique casa, aunque sólo sea para quemar incienso delante de Él?

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2 Crónicas 2:6
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Esto dice el Señor: «El cielo es mi trono y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Podrían acaso construirme un templo tan bueno como ese? ¿Podrían construirme un lugar de descanso así?


»¿Pero es realmente posible que Dios habite en la tierra, entre seres humanos? Ni siquiera los cielos más altos pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido!


»¿Pero es realmente posible que Dios habite en la tierra? Ni siquiera los cielos más altos pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido!


Dame la sabiduría y el conocimiento para guiarlo correctamente, porque, ¿quién podrá gobernar a este gran pueblo tuyo?


¿Pero quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte algo a ti? ¡Todo lo que tenemos ha venido de ti, y te damos solo lo que tú primero nos diste!


Entonces el rey David entró y se sentó delante del Señor y oró: «¿Quién soy yo, oh Señor Soberano, y qué es mi familia para que me hayas traído hasta aquí?


Pero Moisés protestó: —¿Quién soy yo para presentarme ante el faraón? ¿Quién soy yo para sacar de Egipto al pueblo de Israel?


Aunque soy el menos digno de todo el pueblo de Dios, por su gracia él me concedió el privilegio de contarles a los gentiles acerca de los tesoros inagotables que tienen a disposición por medio de Cristo.


Para los que se pierden, somos un espantoso olor de muerte y condenación, pero para aquellos que se salvan, somos un perfume que da vida. ¿Y quién es la persona adecuada para semejante tarea?


»Lleva todo lo que hayas consagrado y también las ofrendas para cumplir tus juramentos al lugar que el Señor elija.


Solamente podrás hacerlo en el lugar que el Señor elija en el territorio de una de las tribus. Allí presentarás tus ofrendas quemadas y harás todo lo que yo te ordeno.


deberás llevar todo lo que yo te ordeno —tus ofrendas quemadas, sacrificios, diezmos, ofrendas sagradas y ofrendas para cumplir tus juramentos— al lugar de adoración designado, el lugar que el Señor tu Dios elija para que su nombre sea honrado.


¿Puede alguien esconderse de mí en algún lugar secreto? ¿Acaso no estoy en todas partes en los cielos y en la tierra?», dice el Señor.


Es hábil en grabar, en incrustar piedras preciosas y en tallar madera. ¡Es un maestro en todo trabajo artístico!


El rey Salomón pidió que un hombre llamado Huram viniera desde Tiro.


Este hombre era israelita solo por parte de su madre, una viuda de la tribu de Neftalí, y su padre había sido un artesano del bronce en Tiro. Huram tenía mucha habilidad y talento para hacer todo tipo de trabajo en bronce, y aceptó ir para hacer toda la obra de metal para el rey Salomón.


Cuentas con un buen número de hábiles carpinteros, canteros y artesanos de toda clase.


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