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2 Crónicas 13:16 - Biblia Nueva Traducción Viviente

16 El ejército israelita huyó de Judá, y Dios lo entregó derrotado en sus manos.

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Biblia Reina Valera 1960

16 y huyeron los hijos de Israel delante de Judá, y Dios los entregó en sus manos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Huyeron los hijos de Israel delante de Judá, y Dios los entregó en sus manos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Y los hijos de Israel huyeron delante de Judá, y ’Elohim los entregó en su mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Emprendieron la fuga los israelitas ante Judá y Dios los entregó en sus manos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Y huyeron los hijos de Israel delante de Judá, y Dios los entregó en sus manos.

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2 Crónicas 13:16
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¿No recuerdas lo que les pasó a los etíopes y a los libios y a su enorme ejército, junto con todos sus carros de guerra y los conductores? En ese tiempo, confiaste en el Señor, y él los entregó en tus manos.


Pronto Saúl se enteró de que David estaba en Keila. «¡Excelente! —exclamó—. ¡Ya lo tenemos! Dios me lo entregó en mis manos, porque se ha quedado atrapado en una ciudad amurallada».


Pero el Señor, Dios de Israel, le dio a su pueblo la victoria sobre el rey Sehón. Entonces Israel se apoderó de la tierra de los amorreos, quienes vivían en aquella región,


Cuando los hombres de Judá atacaron, el Señor les dio la victoria sobre los cananeos y los ferezeos, y mataron a diez mil guerreros enemigos en la ciudad de Bezec.


Y el Señor les dio descanso en todo el territorio, tal como se lo había prometido solemnemente a los antepasados de ellos. Ningún enemigo pudo hacerles frente, porque el Señor los ayudó a conquistar a todos sus enemigos.


El día que el Señor les dio a los israelitas la victoria sobre los amorreos, Josué oró al Señor delante de todo el pueblo de Israel y dijo: «Que el sol se detenga sobre Gabaón, y la luna, sobre el valle de Ajalón».


»Así que el Señor nuestro Dios nos entregó al rey Og y a toda su gente, y los matamos a todos. No quedó nadie con vida.


»El Señor nuestro Dios también nos ayudó a conquistar Aroer, que está al límite del valle del Arnón, al igual que la aldea situada en el valle junto con todo el territorio que se extiende hasta Galaad. Ninguna ciudad tenía murallas lo suficientemente fuertes para detenernos.


Y bendito sea Dios Altísimo, que derrotó a tus enemigos por ti». Luego Abram dio a Melquisedec una décima parte de todos los bienes que había recuperado.


Abías y su ejército les causaron grandes pérdidas; ese día murieron quinientos mil soldados selectos de Israel.


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