Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Crónicas 12:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces los líderes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: —¡El Señor es justo al hacer esto con nosotros!

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

6 Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Entonces los jefes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: '¡Yavé es justo!'

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

6 Pero los príncipes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: Justo es YHVH.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Entonces se humillaron los jefes de Israel y el rey, y exclamaron: '¡Justo es Yahveh!'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Crónicas 12:6
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces el faraón enseguida mandó llamar a Moisés y a Aarón. —Esta vez he pecado —confesó—. El Señor es el justo, y mi pueblo y yo estamos equivocados.


Por lo tanto, el Señor nos ha enviado la calamidad que había preparado. El Señor nuestro Dios tuvo razón en hacer todas esas cosas, porque no lo obedecimos.


Humíllense delante del Señor, y él los levantará con honor.


Y él da gracia con generosidad. Como dicen las Escrituras: «Dios se opone a los orgullosos pero da gracia a los humildes».


Pues no entienden la forma en que Dios hace justas a las personas ante él. Se niegan a aceptar el modo de Dios y, en cambio, se aferran a su propio modo de hacerse justos ante él tratando de cumplir la ley.


Les digo que fue este pecador —y no el fariseo— quien regresó a su casa justificado delante de Dios. Pues los que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan serán exaltados».


Entonces regresaré a mi lugar, hasta que reconozcan su culpa y se vuelvan a mí. Pues tan pronto lleguen las dificultades, me buscarán de todo corazón».


»Oh Belsasar, usted es el sucesor del rey y sabía todo esto, pero aun así no se ha humillado.


«El Señor es justo —dice Jerusalén—, porque yo me rebelé contra él. Escuchen, pueblos de todas partes; miren mi angustia y mi desesperación, porque mis hijos e hijas fueron llevados cautivos a tierras lejanas.


Hasta este mismo instante no han mostrado remordimiento ni reverencia. Ninguno ha elegido obedecer mi palabra ni los decretos que les di a ustedes y a sus antepasados.


Diles al rey y a su madre: «Desciendan de sus tronos y siéntense en el polvo, porque sus coronas gloriosas pronto serán arrebatadas de su cabeza».


¡Escuchen y presten atención! No sean arrogantes, porque el Señor ha hablado.


Pero el Señor es bueno; cortó las cuerdas con que me ataban los impíos.


Declarará a sus amigos: “Pequé y torcí la verdad, pero no valió la pena.


pero a diferencia de su padre, no se humilló ante el Señor, sino que Amón pecó aún más.


La oración de Manasés, el relato de la forma en que Dios le respondió, y el relato de todos sus pecados y su infidelidad están escritos en El registro de los videntes. Incluye una lista de los sitios donde, antes de que se humillara y se arrepintiera, construyó santuarios paganos y levantó ídolos y postes dedicados a la diosa Asera.


pero cuando estaba sumido en profunda angustia, Manasés buscó al Señor su Dios y se humilló con sinceridad ante el Dios de sus antepasados.


Entonces Ezequías se humilló y se arrepintió de su soberbia, junto con el pueblo de Jerusalén. De modo que el enojo del Señor no cayó sobre ellos durante la vida de Ezequías.


Adoni-bezec dijo: «Una vez yo tuve setenta reyes sin los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies, comiendo migajas debajo de mi mesa. Ahora Dios me devolvió lo que les hice». Y se lo llevaron a Jerusalén, donde murió.


Así que Moisés y Aarón fueron ante el faraón y le dijeron: «Esto dice el Señor, Dios de los hebreos: “¿Hasta cuándo te negarás a someterte a mí? Deja ir a mi pueblo para que me adore.


Como Roboam se humilló, se apartó el enojo del Señor y no lo destruyó por completo. Aún quedaban algunas cosas buenas en la tierra de Judá.


Los hermanos de Yoram —los otros hijos de Josafat— fueron Azarías, Jehiel, Zacarías, Azaryahu, Micael y Sefatías; todos estos fueron hijos de Josafat, rey de Judá.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម