Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Corintios 8:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Incluso hicieron más de lo que esperábamos, porque su primer paso fue entregarse ellos mismos al Señor y a nosotros, tal como Dios quería.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Superaron todas nuestras expectativas, y Dios quiso que se pusieran ellos mismos a disposición nuestra y del Señor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y superando lo que esperábamos, se dieron primeramente ellos mismos al Señor y a nosotros, por voluntad de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 y, superando nuestras expectativas, se entregaron primero al Señor y luego a nosotros por voluntad de Dios,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y esto hicieron, no como lo esperábamos, sino que primero se dieron a sí mismos al Señor, y a nosotros por la voluntad de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Corintios 8:5
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.


Ahora quiero que sepan, amados hermanos, lo que Dios, en su bondad, ha hecho por medio de las iglesias de Macedonia.


No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios.


Al mismo tiempo, la mano de Dios estaba sobre la gente en la tierra de Judá, y les dio un solo corazón para obedecer las órdenes del rey y de sus funcionarios, quienes seguían la palabra del Señor.


Así que el Espíritu descendió sobre Amasai, jefe de los Treinta, y dijo: «¡Somos tuyos, David! Estamos de tu lado, hijo de Isaí. Que la paz y la prosperidad sean contigo, y el éxito con todos los que te brindan ayuda, pues tu Dios es el que te ayuda». Entonces David permitió que se unieran a él y los nombró oficiales de su ejército.


Ahora se lo entrego al Señor, y le pertenecerá a él toda su vida». Y allí ellos adoraron al Señor.


«Pero este es el nuevo pacto que haré con el pueblo de Israel después de esos días —dice el Señor—. Pondré mis instrucciones en lo más profundo de ellos y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.


No sean tercos como fueron ellos, sino sométanse al Señor y vengan a su templo que él mismo separó como santo para siempre. Adoren al Señor su Dios, para que su ira feroz se aleje de ustedes.


Como ven, no andamos predicando acerca de nosotros mismos. Predicamos que Jesucristo es Señor, y nosotros somos siervos de ustedes por causa de Jesús.


A este último grupo lo pasaré por el fuego y los haré puros. Los refinaré como se refina la plata y los purificaré como se purifica el oro. Invocarán mi nombre y yo les responderé. Les diré: “Este es mi pueblo”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”».


Yo, Pablo, elegido por la voluntad de Dios para ser un apóstol de Cristo Jesús, escribo esta carta junto con nuestro hermano Sóstenes.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម