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2 Corintios 7:1 - Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Queridos amigos, dado que tenemos estas promesas, limpiémonos de todo lo que pueda contaminar nuestro cuerpo o espíritu. Y procuremos alcanzar una completa santidad porque tememos a Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Teniendo, pues, tales promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de toda mancha del cuerpo y del espíritu, haciendo realidad la obra de nuestra santificación en el temor de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Así que, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Teniendo, pues, la posesión de tales promesas, purifiquémonos de todo lo que pueda manchar la carne o el espíritu y completemos nuestra santificación en el temor de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Así que, amados, teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

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2 Corintios 7:1
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Dios nos ha llamado a vivir vidas santas, no impuras.


Queridos amigos, ya que son «extranjeros y residentes temporales», les advierto que se alejen de los deseos mundanos, que luchan contra el alma.


Todos los que temen al Señor odiarán la maldad. Por eso odio el orgullo y la arrogancia, la corrupción y el lenguaje perverso.


Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo.


Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí.


Y todos los que tienen esta gran expectativa se mantendrán puros, así como él es puro.


Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva.


Al obedecer la verdad, ustedes quedaron limpios de sus pecados, por eso ahora tienen que amarse unos a otros como hermanos, con amor sincero. Ámense profundamente de todo corazón.


Que los malvados cambien sus caminos y alejen de sí hasta el más mínimo pensamiento de hacer el mal. Que se vuelvan al Señor, para que les tenga misericordia. Sí, vuélvanse a nuestro Dios, porque él perdonará con generosidad.


porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.


Si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado.


Todavía sigue vigente la promesa que hizo Dios de entrar en su descanso; por lo tanto, debemos temblar de miedo ante la idea de que alguno de ustedes no llegue a alcanzarlo.


Con amor inagotable y fidelidad se perdona el pecado. Con el temor del Señor el mal se evita.


Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.


Dios bendice a los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios.


¿Cómo puede un joven mantenerse puro? Obedeciendo tu palabra.


pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.


Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás.


La ley de Dios fue entregada para que toda la gente se diera cuenta de la magnitud de su pecado, pero mientras más pecaba la gente, más abundaba la gracia maravillosa de Dios.


¡Lávense y queden limpios! Quiten sus pecados de mi vista. Abandonen sus caminos malvados.


Se consideran puras en su propia opinión, pero están sucias y no se han lavado.


En su bondad, Dios los llamó a ustedes a que participen de su gloria eterna por medio de Cristo Jesús. Entonces, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido.


Ya que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos y agrademos a Dios adorándolo con santo temor y reverencia,


Ustedes han llegado a la congregación de los primogénitos de Dios, cuyos nombres están escritos en el cielo. Ustedes han llegado a Dios mismo, quien es el juez sobre todas las cosas. Ustedes han llegado a los espíritus de los justos, que están en el cielo y que ya han sido perfeccionados.


Que él, como resultado, fortalezca su corazón para que esté sin culpa y sea santo al estar ustedes delante de Dios nuestro Padre cuando nuestro Señor Jesús regrese con todo su pueblo santo. Amén.


Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante «¡sí!», y por medio de Cristo, nuestro «amén» (que significa «sí») se eleva a Dios para su gloria.


La iglesia, entonces, tuvo paz por toda Judea, Galilea y Samaria; se fortalecía y los creyentes vivían en el temor del Señor. Y, con la ayuda del Espíritu Santo, también creció en número.


»A un árbol se le identifica por su fruto. Si el árbol es bueno, su fruto será bueno. Si el árbol es malo, su fruto será malo.


He visto tu adulterio y tu pasión sexual, y tu asquerosa adoración de ídolos en los campos y sobre las colinas. ¡Qué aflicción te espera, Jerusalén! ¿Cuánto falta para que seas pura?».


Oh Jerusalén, limpia tu corazón para que seas salvada. ¿Hasta cuándo guardarás tus malos pensamientos?


¿Quién puede decir: «He limpiado mi corazón; soy puro y estoy libre de pecado»?


La reverencia al Señor es pura; permanece para siempre. Las leyes del Señor son verdaderas; cada una de ellas es imparcial.


Estas fueron las instrucciones que les dio: «Ustedes deben actuar siempre con el temor del Señor, con fidelidad y con un corazón íntegro.


Así que dejen de preocuparse y mantengan un cuerpo sano; pero tengan presente que la juventud —con toda la vida por delante— no tiene sentido.


Queridos amigos, aunque hablamos de este modo, no creemos que esto se aplica a ustedes. Estamos convencidos de que ustedes están destinados para cosas mejores, las cuales vienen con la salvación.


pero ahora sean santos en todo lo que hagan, tal como Dios, quien los eligió, es santo.


Recuerden que el Padre celestial, a quien ustedes oran, no tiene favoritos. Él los juzgará o los recompensará según lo que hagan. Así que tienen que vivir con un reverente temor de él durante su estadía aquí como «residentes temporales».


pero si la mancha desaparece de la ropa, de la tela o del artículo de cuero después de haber sido lavado, este se debe lavar nuevamente; y entonces quedará ceremonialmente puro.


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