Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Corintios 6:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Demostramos lo que somos por nuestra pureza, nuestro entendimiento, nuestra paciencia, nuestra bondad, por el Espíritu Santo que está dentro de nosotros y por nuestro amor sincero.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

6 en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Se ve en nosotros pureza de vida, conocimiento, espíritu abierto y bondad, con la actuación del Espíritu Santo y el amor sincero,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

6 en pureza, en conocimiento, en longanimidad, en bondad, en Espíritu Santo, en amor genuino,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 con honradez, con conocimiento, con comprensión, con bondad, con Espíritu Santo, con amor sincero,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor no fingido;

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Corintios 6:6
41 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues él quería que su pueblo supiera que las riquezas y la gloria de Cristo también son para ustedes, los gentiles. Y el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria.


Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.


Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor.


En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad,


Vuelvo a preguntarles: ¿acaso Dios les da al Espíritu Santo y hace milagros entre ustedes porque obedecen la ley? ¡Por supuesto que no! Es porque creen el mensaje que oyeron acerca de Cristo.


Con gusto me desgastaré por ustedes y también gastaré todo lo que tengo, aunque parece que cuanto más los amo, menos me aman ustedes a mí.


¿Por qué? ¿Porque no los amo? Dios sabe que sí.


Podré ser un orador inexperto, pero no me falta conocimiento. Eso es algo que les hemos dejado bien claro a ustedes de todas las maneras posibles.


Ustedes soportan de buena gana todo lo que cualquiera les dice, aun si les predican a un Jesús diferente del que nosotros predicamos o a un Espíritu diferente del que ustedes recibieron o un evangelio diferente del que creyeron.


Por favor, ábrannos su corazón. No le hemos hecho mal a nadie ni hemos llevado a nadie por mal camino ni nos hemos aprovechado de nadie.


Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo.


Es evidente que son una carta de Cristo que muestra el resultado de nuestro ministerio entre ustedes. Esta «carta» no está escrita con pluma y tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente. No está tallada en tablas de piedra, sino en corazones humanos.


Escribí aquella carta con gran angustia, un corazón afligido y muchas lágrimas. No quise causarles tristeza, más bien quería que supieran cuánto amor tengo por ustedes.


El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso


Pues, «¿Quién puede conocer los pensamientos del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para enseñarle a él?». Pero nosotros entendemos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo.


No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno.


Entonces ellos se acercan fingiendo sinceridad y se sientan delante de ti. Escuchan tus palabras, pero no tienen ninguna intención de hacer lo que tú les dices. Tienen la boca llena de palabras sensuales y en su corazón solo buscan dinero.


Entonces Dalila, haciendo pucheros, le dijo: «¿Cómo puedes decirme “te amo” si no me confías tus secretos? ¡Ya te has burlado de mí tres veces y aún no me has dicho lo que te hace tan fuerte!».


Queridos hijos, que nuestro amor no quede solo en palabras; mostremos la verdad por medio de nuestras acciones.


Al obedecer la verdad, ustedes quedaron limpios de sus pecados, por eso ahora tienen que amarse unos a otros como hermanos, con amor sincero. Ámense profundamente de todo corazón.


No permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza.


Ustedes mismos son nuestros testigos —al igual que Dios— de que fuimos consagrados, sinceros e intachables con todos ustedes, los creyentes.


Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.


Cuando lean esto que les escribo, entenderán la percepción que tengo de este plan acerca de Cristo.


Déjenme hacerles una pregunta: ¿recibieron al Espíritu Santo por obedecer la ley de Moisés? ¡Claro que no! Recibieron al Espíritu porque creyeron el mensaje que escucharon acerca de Cristo.


Y mi mensaje y mi predicación fueron muy sencillos. En lugar de usar discursos ingeniosos y persuasivos, confié solamente en el poder del Espíritu Santo.


Los gentiles se convencieron por el poder de señales milagrosas y maravillas, y por el poder del Espíritu de Dios. De esa manera, presenté con toda plenitud la Buena Noticia de Cristo desde Jerusalén hasta llegar a la región del Ilírico.


Se les dijo que los mensajes que habían recibido no eran para ellos sino para ustedes. Y ahora esta Buena Noticia les fue anunciada a ustedes por medio de aquellos que la predicaron con el poder del Espíritu Santo, enviado del cielo. Todo es tan maravilloso que aun los ángeles observan con gran expectación cómo suceden estas cosas.


Y sé tú mismo un ejemplo para ellos al hacer todo tipo de buenas acciones. Que todo lo que hagas refleje la integridad y la seriedad de tu enseñanza.


predica la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el tiempo oportuno. Corrige, reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza.


Pero tú, Timoteo, sabes muy bien lo que yo enseño y cómo vivo y cuál es el propósito de mi vida. También conoces mi fe, mi paciencia, mi amor y mi constancia.


Trata a las mujeres mayores como lo harías con tu madre y trata a las jóvenes como a tus propias hermanas, con toda pureza.


En él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento.


A uno el Espíritu le da la capacidad de dar consejos sabios; a otro el mismo Espíritu le da un mensaje de conocimiento especial.


Ahora pongo a Dios por testigo de que les digo la verdad. La razón por la cual no regresé a Corinto fue para ahorrarles una severa reprimenda;


Si ustedes perdonan a este hombre, yo también lo perdono. Cuando yo perdono lo que necesita ser perdonado, lo hago con la autoridad de Cristo en beneficio de ustedes,


Les escribo todo esto antes de ir a verlos, con la esperanza de no tener que tratarlos con severidad cuando finalmente llegue. Pues mi deseo es usar la autoridad que el Señor me ha dado para fortalecerlos, no para destruirlos.


Sin embargo, la sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de compasión y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម