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2 Corintios 10:18 - Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Cuando la gente se alaba a sí misma, ese elogio no sirve de mucho. Lo importante es que los elogios provengan del Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

18 porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Pues no queda aprobado el que se recomienda a sí mismo, sino aquel a quien le recomienda el Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Pues no es aprobado aquel que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Pues no es aceptado el que se recomienda a sí mismo, sino aquel a quien el Señor recomienda.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Porque no el que se alaba a sí mismo, es aprobado; sino el que el Señor alaba.

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2 Corintios 10:18
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces él les dijo: «A ustedes les encanta aparecer como personas rectas en público, pero Dios conoce el corazón. Lo que este mundo honra es detestable a los ojos de Dios.


La gente puede considerarse en lo correcto según su propia opinión, pero el Señor examina el corazón.


Así que no juzguen a nadie antes de tiempo, es decir, antes de que el Señor vuelva. Pues él sacará a la luz nuestros secretos más oscuros y revelará nuestras intenciones más íntimas. Entonces Dios le dará a cada uno el reconocimiento que le corresponda.


No, un verdadero judío es aquel que tiene el corazón recto a los ojos de Dios. La verdadera circuncisión no consiste meramente en obedecer la letra de la ley, sino que es un cambio en el corazón, producido por el Espíritu. Y una persona con un corazón transformado busca la aprobación de Dios, no la de la gente.


¡Ah, no se preocupen! No nos atreveríamos a decir que somos tan maravillosos como esos hombres, que les dicen qué importantes son ellos pero solo se comparan el uno con el otro, empleándose a sí mismos como estándar de medición. ¡Qué ignorantes!


porque amaban más la aprobación humana que la aprobación de Dios.


Que te alabe otro y no tu propia boca; que lo haga un desconocido, no tus propios labios.


Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.


Pedimos a Dios en oración que ustedes no hagan lo malo al rechazar nuestra corrección. Espero que no sea necesario demostrar nuestra autoridad cuando lleguemos. Hagan lo correcto antes de nuestra llegada, aun si eso hace que parezca que no hemos demostrado nuestra autoridad.


En todo lo que hacemos, demostramos que somos verdaderos ministros de Dios. Con paciencia soportamos dificultades y privaciones y calamidades de toda índole.


Si tú sirves a Cristo con esa actitud, agradarás a Dios y también tendrás la aprobación de los demás.


Esfuérzate para poder presentarte delante de Dios y recibir su aprobación. Sé un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica correctamente la palabra de verdad.


¿Estamos de nuevo recomendándonos a ustedes? No, estamos dándoles un motivo para que estén orgullosos de nosotros, para que puedan responder a los que se jactan de tener ministerios espectaculares en vez de tener un corazón sincero.


¿Otra vez comenzamos a elogiarnos a nosotros mismos? ¿Acaso somos como otros, que necesitan llevarles cartas de recomendación o que les piden que se escriban tales cartas en nombre de ellos? ¡Por supuesto que no!


Así que, ¡por supuesto que tiene que haber divisiones entre ustedes, para que los que tienen la aprobación de Dios sean reconocidos!


Saluden a Apeles, un buen hombre aprobado por Cristo. Y den mis saludos a los creyentes de la familia de Aristóbulo.


»Pueblo de Israel, ¡escucha! Dios públicamente aprobó a Jesús de Nazaret al hacer milagros poderosos, maravillas y señales por medio de él, como ustedes bien saben;


La persona sensata gana admiración, pero la persona con la mente retorcida recibe desprecio.


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