Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





1 Samuel 29:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Pero Aquis insistió: —En lo que a mí respecta, eres tan perfecto como un ángel de Dios. Pero los comandantes filisteos tienen miedo e insisten en que no los acompañen en la batalla.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

9 Y Aquis respondió a David, y dijo: Yo sé que tú eres bueno ante mis ojos, como un ángel de Dios; pero los príncipes de los filisteos me han dicho: No venga con nosotros a la batalla.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Aquis respondió a David: 'Lo sé, tú nos das tanta seguridad como un ángel de Dios, pero los jefes de los filisteos han decidido que tú no entres al combate con nosotros.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y Aquís respondió a David, y dijo: Yo sé que tú eres bueno delante de mis ojos, como un ángel de Dios; pero los príncipes de los filisteos han dicho: No subirá con nosotros a la batalla.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Respondió Aquís a David: 'Yo bien sé que tú has sido tan bueno conmigo como un ángel de Dios. Pero los jefes filisteos han dicho: 'Que no venga con nosotros al combate'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y Aquís respondió a David, y dijo: Yo sé que tú eres bueno ante mis ojos, como un ángel de Dios; mas los príncipes de los filisteos han dicho: No venga con nosotros a la batalla.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




1 Samuel 29:9
5 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Siba me calumnió cuando dijo que me negué a venir. Pero sé que mi señor el rey es como un ángel de Dios, así que haga como mejor le parezca.


Lo hizo para que pueda ver el asunto con otros ojos. ¡Pero usted es tan sabio como un ángel de Dios, y comprende todo lo que sucede entre nosotros!


Sí, mi señor el rey nos devolverá la tranquilidad de espíritu”. Sé que usted es como un ángel de Dios que puede distinguir entre lo bueno y lo malo. Que el Señor su Dios esté con usted.


Aunque mi condición los tentaba a no aceptarme, ustedes no me despreciaron ni me rechazaron. Todo lo contrario, me recibieron y me cuidaron como si yo fuera un ángel de Dios o incluso el mismo Cristo Jesús.


Pero los comandantes filisteos se enojaron. —¡Envíalo de vuelta a la ciudad que le diste! —le exigieron—. No puede ir con nosotros a la batalla. ¿Y si se vuelve contra nosotros durante la batalla y se convierte en nuestro adversario? ¿Qué mejor manera de reconciliarse con su amo que entregándole nuestras cabezas?


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម