1 Reyes 20:7 - Biblia Nueva Traducción Viviente7 Entonces Acab mandó llamar a todos los ancianos del reino y les dijo: —¡Miren cómo este hombre está causando problemas! Ya accedí a su exigencia de darle mis esposas, mis hijos, mi plata y mi oro. សូមមើលជំពូកកំណែច្រើនទៀតBiblia Reina Valera 19607 Entonces el rey de Israel llamó a todos los ancianos del país, y les dijo: Entended, y ved ahora cómo este no busca sino mal; pues ha enviado a mí por mis mujeres y mis hijos, y por mi plata y por mi oro, y yo no se lo he negado. សូមមើលជំពូកBiblia Católica (Latinoamericana)7 Entonces el rey de Israel convocó a los ancianos del país y les dijo: 'Miren, es evidente que este nos odia. Cuando me reclamó mis mujeres y mis hijos, mi plata y mi oro, nada le negué'. សូមមើលជំពូកLa Biblia Textual 3a Edicion7 Y el rey de Israel llamó a todos los ancianos del país, y les dijo: Reconoced ahora y ved cómo éste no busca sino hacer daño; porque exige° mis mujeres y mis hijos, y mi plata y mi oro, sin habérselo yo negado. សូមមើលជំពូកBiblia Serafín de Ausejo 19757 Convocó entonces el rey a todos los ancianos del país y les dijo: 'Considerad y ved que este hombre sólo busca hacernos mal. Me reclama mis mujeres y mis hijos, mi plata y mi oro, sin que yo se lo haya negado'. សូមមើលជំពូកBiblia Reina Valera Gómez (2023)7 Entonces el rey de Israel llamó a todos los ancianos de la tierra, y les dijo: Entended, y ved ahora cómo este no busca sino mal; pues ha enviado a mí por mis esposas y mis hijos, y por mi plata y por mi oro; y yo no se lo he negado. សូមមើលជំពូក |
David convocó a todas las autoridades de Israel a Jerusalén: los jefes de las tribus, los comandantes de las divisiones del ejército, los otros generales y capitanes, los que administraban las propiedades y los animales del rey, los funcionarios del palacio, los hombres valientes y todos los demás guerreros valientes del reino.
Entonces Salomón mandó llamar a los ancianos de Israel y a todos los jefes de las tribus —los líderes de las familias patriarcales de los israelitas— para que fueran a Jerusalén. Ellos debían trasladar el arca del pacto del Señor desde su sitio en la Ciudad de David, también conocida como Sion, hasta el templo.