1 Reyes 16:7 - Biblia Nueva Traducción Viviente7 El mensaje del Señor contra Baasa y su familia, por el profeta Jehú, hijo de Hananí, se dio porque Baasa había hecho lo malo a los ojos del Señor (igual que la familia de Jeroboam), y también porque Baasa había destruido a la familia de Jeroboam. Los pecados de Baasa provocaron el enojo del Señor. សូមមើលជំពូកកំណែច្រើនទៀតBiblia Reina Valera 19607 Pero la palabra de Jehová por el profeta Jehú hijo de Hanani había sido contra Baasa y también contra su casa, con motivo de todo lo malo que hizo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira con las obras de sus manos, para que fuese hecha como la casa de Jeroboam; y porque la había destruido. សូមមើលជំពូកBiblia Católica (Latinoamericana)7 Pero estaba esa palabra de Yavé dirigida al profeta Jehú, hijo de Janani, en contra de Basá y de su casa, debido al mal que había hecho a los ojos de Yavé: había provocado su cólera con su conducta, imitando a la casa de Jeroboam, pero también por la manera como había acabado con esa familia. សូមមើលជំពូកLa Biblia Textual 3a Edicion7 También por medio del profeta Jehú ben Hanani llegó la palabra de YHVH contra Baasa y contra su casa, no sólo por toda la maldad que hizo ante los ojos de YHVH, provocándole con la obra de sus manos, siendo como los de la casa de Jeroboam, sino por haberla destruido. សូមមើលជំពូកBiblia Serafín de Ausejo 19757 Yahveh había hablado, por medio de Jehú, hijo de Jananí, contra Basá y contra su casa no sólo por todo el mal que hizo ante los ojos de Yahveh y por haberle provocado la ira con su conducta, al igual que la casa de Jeroboán, sino también por haber exterminado la casa de Jeroboán. សូមមើលជំពូកBiblia Reina Valera Gómez (2023)7 Pero también vino la palabra de Jehová por mano del profeta Jehú, hijo de Hanani, contra Baasa y contra su casa, por toda la maldad que hizo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira con las obras de sus manos, y por haber sido como la casa de Jeroboam; y porque él lo mató. សូមមើលជំពូក |
No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses. Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación.
Una y otra vez el Señor envió a sus profetas y videntes para dar a Israel y a Judá la siguiente advertencia: «Apártense de sus malos caminos. Obedezcan mis mandatos y decretos, es decir, toda la ley que les ordené a sus antepasados que obedecieran y que les di a ustedes a través de mis siervos, los profetas».