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1 Pedro 3:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 sino que más bien irradie de lo íntimo del corazón la belleza que no se pierde, es decir, un espíritu suave y tranquilo. Eso sí que es muy precioso ante Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 sino el interior del corazón del ser, en lo incorruptible de un espíritu afable y apacible, el cual es muy precioso delante de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 sino que sea el interior del corazón, un inalterable espíritu suave y tranquilo. Esto es lo precioso ante Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 sino el del hombre interior, el del corazón, en incorruptible adorno de un espíritu humilde y apacible, lo cual es de grande estima delante de Dios.

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1 Pedro 3:4
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Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.


Pero el Señor le dijo a Samuel: —No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón.


No, un verdadero judío es aquel que tiene el corazón recto a los ojos de Dios. La verdadera circuncisión no consiste meramente en obedecer la letra de la ley, sino que es un cambio en el corazón, producido por el Espíritu. Y una persona con un corazón transformado busca la aprobación de Dios, no la de la gente.


Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma.


No deben calumniar a nadie y tienen que evitar pleitos. En cambio, deben ser amables y mostrar verdadera humildad en el trato con todos.


¡Fariseo ciego! Primero lava el interior de la taza y del plato, y entonces el exterior también quedará limpio.


Amo la ley de Dios con todo mi corazón,


Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu va renovándose cada día.


Pónganse como objetivo vivir una vida tranquila, ocúpense de sus propios asuntos y trabajen con sus manos, tal como los instruimos anteriormente.


Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor.


En cambio, adoren a Cristo como el Señor de su vida. Si alguien les pregunta acerca de la esperanza que tienen como creyentes, estén siempre preparados para dar una explicación;


Ora de ese modo por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la dignidad.


¡Necios! ¿No hizo Dios tanto el interior como el exterior?


El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado y a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad.


El Alto y Majestuoso que vive en la eternidad, el Santo, dice: «Yo vivo en el lugar alto y santo con los de espíritu arrepentido y humilde. Restauro el espíritu destrozado del humilde y reavivo el valor de los que tienen un corazón arrepentido.


Guía a los humildes para que hagan lo correcto; les enseña su camino.


Así que quiten de su vida todo lo malo y lo sucio, y acepten con humildad la palabra que Dios les ha sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma.


Instruye con ternura a los que se oponen a la verdad. Tal vez Dios les cambie el corazón, y aprendan la verdad.


Les ordenamos a tales personas y les rogamos en el nombre del Señor Jesucristo que se tranquilicen y que trabajen para ganarse la vida.


Dios bendice a los que son humildes, porque heredarán toda la tierra.


Los humildes se llenarán de una alegría nueva de parte del Señor; los pobres se alegrarán en el Santo de Israel.


porque el Señor se deleita en su pueblo; él corona al humilde con victoria.


El Señor sostiene a los humildes, pero derriba a los perversos y los hace morder el polvo.


Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado.


Entonces él les dijo: «A ustedes les encanta aparecer como personas rectas en público, pero Dios conoce el corazón. Lo que este mundo honra es detestable a los ojos de Dios.


Pero tú deseas honradez desde el vientre y aun allí me enseñas sabiduría.


La novia, una princesa, luce gloriosa en su vestido dorado.


Pues han nacido de nuevo pero no a una vida que pronto se acabará. Su nueva vida durará para siempre porque proviene de la eterna y viviente palabra de Dios.


Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.


humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!


En cambio, me he calmado y aquietado, como un niño destetado que ya no llora por la leche de su madre. Sí, tal como un niño destetado es mi alma en mi interior.


Ahora yo, Pablo, les ruego con la ternura y bondad de Cristo, aunque me doy cuenta de que piensan que soy tímido en persona y valiente solo cuando escribo desde lejos.


«Dile a la gente de Jerusalén: “Mira, tu Rey viene hacia ti. Es humilde y llega montado en un burro: montado en la cría de una burra”».


Hará justicia a los pobres y tomará decisiones imparciales con los que son explotados. La tierra temblará con la fuerza de su palabra, y bastará un soplo de su boca para destruir a los malvados.


El profeta Jeremías le dio el siguiente mensaje a Seraías, hijo de Nerías y nieto de Maaseías, un oficial del Estado Mayor, cuando Seraías fue a Babilonia junto con el rey Sedequías de Judá. Esto sucedió durante el cuarto año del reinado de Sedequías.


Y, en lugar de adorar al Dios inmortal y glorioso, rindieron culto a ídolos que ellos mismos se hicieron con forma de simples mortales, de aves, de animales de cuatro patas y de reptiles.


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