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1 Crónicas 29:11 - Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Tuyos, oh Señor, son la grandeza, el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo, oh Señor, y este es tu reino. Te adoramos como el que está por sobre todas las cosas.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Tuya, oh Yavé, es la grandeza, la fuerza, la magnificencia, la duración y la gloria; pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 ¡Tuya, oh YHVH, es la grandeza y el poder, y la gloria, y la victoria y el honor; porque todo cuanto existe en los cielos y en la tierra tuyo es! ¡Tuyo, oh YHVH, es el reino, que se eleva por cabeza de todo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Tuya es, oh Yahveh, la grandeza, el poderío, la magnificencia, el esplendor y la majestad, pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuya es, oh Yahveh, la realeza, pues tú te alzas sobre todas las cosas como dueño

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Tuya, oh Jehová, es la grandeza y el poder, y la gloria y la victoria y la majestad; porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres exaltado como cabeza sobre todo.

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1 Crónicas 29:11
51 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El Hijo irradia la gloria de Dios y expresa el carácter mismo de Dios, y sostiene todo con el gran poder de su palabra. Después de habernos limpiado de nuestros pecados, se sentó en el lugar de honor, a la derecha del majestuoso Dios en el cielo.


¡Que todo el honor y toda la gloria sean para Dios por siempre y para siempre! Él es el Rey eterno, el invisible que nunca muere; solamente él es Dios. Amén.


Que toda la gloria sea para él, quien es el único Dios, nuestro Salvador por medio de Jesucristo nuestro Señor. ¡Toda la gloria, la majestad, el poder y la autoridad le pertenecen a él desde antes de todos los tiempos, en el presente y por toda la eternidad! Amén.


En ese día maravilloso cantarán: «¡Den gracias al Señor! ¡Alaben su nombre! Cuenten a las naciones lo que él ha hecho; háganles saber lo poderoso que él es.


Entonces el séptimo ángel tocó su trompeta, y hubo fuertes voces que gritaban en el cielo: «Ahora el mundo ya es el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por siempre y para siempre».


‘Yo hice la tierra, la gente y cada animal con mi gran fuerza y brazo poderoso. Estas cosas me pertenecen y puedo dárselas a quien yo quiera.


«¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! Toda nación me honrará. Seré honrado en el mundo entero».


¡Cuán grandiosas son sus señales y cuán poderosas sus maravillas! Su reino durará para siempre, y su dominio por todas las generaciones.


Después de esto, oí algo en el cielo que parecía las voces de una inmensa multitud que gritaba: «¡Alabado sea el Señor! La salvación, la gloria y el poder le pertenecen a nuestro Dios.


En el principio, Dios creó los cielos y la tierra.


¡El Señor es rey! ¡Que tiemblen las naciones! Está sentado en su trono, entre los querubines. ¡Que se estremezca toda la tierra!


Te exaltaré, mi Dios y Rey, y alabaré tu nombre por siempre y para siempre.


Esto dice el Señor: «El cielo es mi trono y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Podrían acaso construirme un templo tan bueno como ese? ¿Podrían construirme un lugar de descanso así?


La voz del Señor es potente; la voz del Señor es majestuosa.


Levántate, oh Señor, en tu poder; con música y cánticos celebramos tus poderosos actos.


Dios, el Señor, creó los cielos y los extendió; creó la tierra y todo lo que hay en ella. Él es quien da aliento a cada uno y vida a todos los que caminan sobre la tierra. Y es él quien dice:


¡El Señor es rey! ¡Que se goce la tierra! ¡Que se alegren las costas más lejanas!


También el esplendor dorado proviene del monte de Dios; él está vestido de deslumbrante esplendor.


Que todo lo que soy alabe al Señor. ¡Oh Señor mi Dios, eres grandioso! Te has vestido de honor y majestad.


Canten al Señor una nueva canción, porque ha hecho obras maravillosas. Su mano derecha obtuvo una poderosa victoria; su santo brazo ha mostrado su poder salvador.


Pues tú, oh Señor, eres supremo en toda la tierra, exaltado muy por encima de todos los dioses.


Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos; que tu gloria brille sobre toda la tierra.


¡Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos! Que tu gloria brille sobre toda la tierra.


Y aquel que es la Gloria de Israel, no mentirá ni cambiará de parecer porque no es humano para que cambie de parecer.


Los gobernantes del mundo se han reunido con el pueblo del Dios de Abraham. Pues todos los reyes de la tierra pertenecen a Dios. Él es exaltado en gran manera en todas partes.


Luego los jefes de los levitas —Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías— llamaron al pueblo: «¡Levántense y alaben al Señor su Dios, porque él vive desde la eternidad hasta la eternidad!». Entonces oraron: «¡Que tu glorioso nombre sea alabado! ¡Que sea exaltado por sobre toda bendición y alabanza!


Abram le respondió al rey de Sodoma: —Juro solemnemente ante el Señor, Dios Altísimo, Creador de los cielos y la tierra,


Melquisedec bendijo a Abram con la siguiente bendición: «Bendito sea Abram por Dios Altísimo, Creador de los cielos y la tierra.


Serás expulsado de la sociedad humana. Vivirás en el campo con los animales salvajes y comerás pasto como el ganado. Durante siete períodos de tiempo vivirás de esta manera hasta que reconozcas que el Altísimo gobierna los reinos del mundo y los entrega a cualquiera que él elija”.


No permitas que cedamos ante la tentación, sino rescátanos del maligno.


y mientras contemplaba la ciudad, dijo: “¡Miren esta grandiosa ciudad de Babilonia! Edifiqué esta hermosa ciudad con mi gran poder para que fuera mi residencia real a fin de desplegar mi esplendor majestuoso”.


Luego David alabó al Señor en presencia de toda la asamblea: «¡Oh Señor, Dios de nuestro antepasado Israel, que seas alabado por siempre y para siempre!


y oró diciendo: «Oh Señor, Dios de nuestros antepasados, solo tú eres el Dios que está en el cielo. Tú eres el gobernante de todos los reinos de la tierra. Tú eres fuerte y poderoso. ¡Nadie puede hacerte frente!


Los cielos te pertenecen y la tierra también; todo lo que hay en el mundo es tuyo; tú lo creaste todo.


y dijo: «Alabado sea el nombre de Dios por siempre y para siempre, porque a él pertenecen toda la sabiduría y todo el poder.


¡Miren, el arca del pacto que pertenece al Señor de toda la tierra los guiará al cruzar el río Jordán!


Los sacerdotes llevarán el arca del Señor, el Señor de toda la tierra. En cuanto sus pies toquen el agua, la corriente de agua se detendrá río arriba, y el río se levantará como un muro».


¡El Señor es rey por siempre y para siempre! Las naciones paganas desaparecerán de la tierra.


Mis enemigos me tendieron una trampa; estoy cansado de tanta angustia. Cavaron un pozo profundo en mi camino, pero ellos mismos cayeron en la trampa. Interludio


El Señor ha hecho de los cielos su trono; desde allí gobierna todo.


Tus obras imponentes estarán en boca de todos; proclamaré tu grandeza.


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