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1 Crónicas 14:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Entonces David le preguntó a Dios: —¿Debo salir a pelear contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos? El Señor le contestó: —Sí, adelante. Te los entregaré.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Entonces David consultó a Yavé diciendo: '¿Acaso debo atacar a los filisteos y me los entregarás en mis manos?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Entonces David consultó a ’Elohim, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y YHVH le respondió: Sube, porque Yo los entregaré en tu mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Entonces David consultó a Dios, diciendo: '¿He de subir contra los filisteos? ¿Me los vas a entregar en mis manos?'. Yahveh le respondió: 'Sube; porque ciertamente te los voy a entregar en tus manos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, que yo los entregaré en tus manos.

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1 Crónicas 14:10
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.


Una vez más David le preguntó a Dios qué debía hacer. «No los ataques de frente —le contestó Dios—. En cambio, rodéalos y, cerca de los álamos, atácalos por la retaguardia.


Es hora de traer de regreso el arca de nuestro Dios, porque la descuidamos durante el reinado de Saúl».


Así que el rey de Israel convocó a los profetas, unos cuatrocientos en total, y les preguntó: —¿Debo ir a pelear contra Ramot de Galaad o desistir? Todos ellos contestaron: —¡Sí, adelante! El Señor dará la victoria al rey.


Entonces David le preguntó al Señor: —¿Debo salir a pelear contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos? El Señor le contestó a David: —Sí, adelante. Te aseguro que te los entregaré.


Después de esto, David le preguntó al Señor: —¿Debo regresar a alguna de las ciudades de Judá? —Sí —respondió el Señor. —¿A qué ciudad debo ir? —preguntó David. —A Hebrón —contestó el Señor.


y David le preguntó al Señor: —¿Debo perseguir a esta banda de saqueadores? ¿Los atraparé? Y el Señor le dijo: —Sí, persíguelos. Recuperarás todo lo que te han quitado.


De nuevo David le preguntó al Señor qué debía hacer. «No los ataques de frente —le contestó el Señor—. En cambio, rodéalos y, cerca de los álamos, atácalos por la retaguardia.


Los filisteos llegaron y realizaron una incursión en el valle de Refaim.


Entonces David y sus tropas subieron a Baal-perazim y allí derrotó a los filisteos. «¡Dios lo hizo! —exclamó David—. ¡Me utilizó para irrumpir en medio de mis enemigos como una violenta inundación!». Así que llamó a ese lugar Baal-perazim (que significa «el Señor que irrumpe»).


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