1 Crónicas 12:20 - Biblia Nueva Traducción Viviente20 La siguiente es una lista que corresponde a los hombres de Manasés que se unieron a David cuando volvía a Siclag: Adnas, Jozabad, Jediaiel, Micael, Jozabad, Eliú y Ziletai. Cada uno de ellos comandaba mil hombres de la tribu de Manasés. សូមមើលជំពូកកំណែច្រើនទៀតBiblia Reina Valera 196020 Así que viniendo él a Siclag, se pasaron a él de los de Manasés, Adnas, Jozabad, Jediaiel, Micael, Jozabad, Eliú y Ziletai, príncipes de millares de los de Manasés. សូមមើលជំពូកBiblia Católica (Latinoamericana)20 También de Manasés se pasaron algunos a David, cuando éste iba con los filisteos al combate contra Saúl, si bien no peleó al lado de ellos; porque los príncipes de los filisteos después de haberlo hablado entre ellos, lo hicieron volver, diciendo: 'A costa de nuestra vida, este hombre se reconciliará con Saúl su señor. សូមមើលជំពូកLa Biblia Textual 3a Edicion20 Y cuando él iba a Siclag, se pasaron a él de los de Manasés: Adnas, Jozabad, Jediaiel, Micael, Jozabad, Eliú y Ziletai, príncipes de millares de los de Manasés. សូមមើលជំពូកBiblia Serafín de Ausejo 197520 También de Manasés se pasaron algunos a David cuando fue con los filisteos a luchar contra Saúl, pero éstos no quisieron recibir tal ayuda, porque, reunidos en consejo los príncipes de los filisteos, los despacharon, diciendo: 'Se pasará a su señor, Saúl, a costa de nuestras cabezas'. សូមមើលជំពូកBiblia Reina Valera Gómez (2023)20 Así que viniendo él a Siclag, se pasaron a él de los de Manasés, Adna, Jozabad, Micael, Jozabad, Jediael, Eliú y Ziletai, capitanes de millares de los de Manasés. សូមមើលជំពូក |
Algunos hombres de Manasés desertaron del ejército israelita y se unieron a David cuando él salió con los filisteos a luchar contra Saúl; pero resultó que los gobernantes filisteos no permitieron que David y sus hombres los acompañaran. Después de mucha discusión los hicieron volver porque dijeron: «Nos costará la cabeza si David cambia su lealtad, se une a Saúl y se vuelve contra nosotros».
Pero los comandantes filisteos se enojaron. —¡Envíalo de vuelta a la ciudad que le diste! —le exigieron—. No puede ir con nosotros a la batalla. ¿Y si se vuelve contra nosotros durante la batalla y se convierte en nuestro adversario? ¿Qué mejor manera de reconciliarse con su amo que entregándole nuestras cabezas?