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1 Corintios 15:55 - Biblia Nueva Traducción Viviente

55 Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?».

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កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

55 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?

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La Biblia Textual 3a Edicion

55 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?° ¿Dónde, oh muerte,° tu aguijón?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

55 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh muerte, tu aguijón?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?

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1 Corintios 15:55
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»¿Debo rescatarlos de la tumba? ¿Debo redimirlos de la muerte? ¡Oh muerte, haz salir tus horrores! ¡Tumba, desata tus plagas! Ya no les tendré compasión.


Sin embargo, desde los tiempos de Adán hasta los de Moisés, todos murieron, incluso los que no desobedecieron un mandamiento explícito de Dios como lo hizo Adán. Ahora bien, Adán es un símbolo, una representación de Cristo, quien aún tenía que venir;


Pues tú no dejarás mi alma entre los muertos ni permitirás que tu Santo se pudra en la tumba.


Nadie puede vivir para siempre; todos morirán. Nadie puede escapar del poder de la tumba. Interludio


—¿Quién eres, señor? —preguntó Saulo. —Yo soy Jesús, ¡a quien tú persigues! —contestó la voz—.


Nadie puede retener su espíritu y evitar que se marche. Nadie tiene el poder de impedir el día de su muerte. No hay forma de escapar de esa cita obligatoria: esa batalla oscura. Y al enfrentarse con la muerte, la maldad no rescatará al malvado.


y fue al lugar de los muertos. Allí, en medio del tormento, vio a Abraham a lo lejos con Lázaro junto a él.


Pues tanto las personas como los animales tienen el mismo destino: ambos respiran y ambos mueren. Así que las personas no tienen una verdadera ventaja sobre los animales. ¡Qué absurdo!


Tenían colas que picaban como escorpiones, y durante cinco meses tuvieron el poder para atormentar a la gente.


Pues el pecado es el aguijón que termina en muerte, y la ley le da al pecado su poder.


»La tremenda fuerza del cuello del Leviatán infunde terror dondequiera que va.


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