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1 Corintios 15:51 - Biblia Nueva Traducción Viviente

51 Pero permítanme revelarles un secreto maravilloso. ¡No todos moriremos, pero todos seremos transformados!

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Biblia Reina Valera 1960

51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

51 Por eso les enseño algo misterioso: aunque no todos muramos, todos tendremos que ser transformados

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La Biblia Textual 3a Edicion

51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos,° pero todos seremos transformados,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

51 Mirad: os voy a decir un misterio: no todos moriremos, pero todos seremos transformados,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados.

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1 Corintios 15:51
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Él tomará nuestro débil cuerpo mortal y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él. Lo hará valiéndose del mismo poder con el que pondrá todas las cosas bajo su dominio.


Lo cierto es que Cristo sí resucitó de los muertos. Él es el primer fruto de una gran cosecha, el primero de todos los que murieron.


Ahora Dios nos ha dado a conocer su misteriosa voluntad respecto a Cristo, la cual es llevar a cabo su propio buen plan.


Así que, a Apolos y a mí, considérennos como simples siervos de Cristo, a quienes se nos encargó la tarea de explicar los misterios de Dios.


Más tarde, lo vieron más de quinientos de sus seguidores a la vez, la mayoría de los cuales todavía viven, aunque algunos ya han muerto.


No, la sabiduría de la que hablamos es el misterio de Dios, su plan que antes estaba escondido, aunque él lo hizo para nuestra gloria final aún antes que comenzara el mundo;


Eso es un gran misterio, pero ilustra la manera en que Cristo y la iglesia son uno.


Tal como antes les escribí brevemente, Dios mismo me reveló su misterioso plan.


En ese caso, ¡todos los que murieron creyendo en Cristo están perdidos!


Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada.


Nos fatigamos en nuestro cuerpo actual y anhelamos ponernos nuestro cuerpo celestial como si fuera ropa nueva.


Mientras vivimos en este cuerpo terrenal, gemimos y suspiramos, pero no es que queramos morir y deshacernos de este cuerpo que nos viste. Más bien, queremos ponernos nuestro cuerpo nuevo para que este cuerpo que muere sea consumido por la vida.


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