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1 Corintios 12:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 A otro el mismo Espíritu le da gran fe y a alguien más ese único Espíritu le da el don de sanidad.

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Biblia Reina Valera 1960

9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 a otro, el don de la fe, por el Espíritu; a otro, el don de hacer curaciones, por el único Espíritu;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 a otro,° fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones° de sanidades, por el único° Espíritu;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 A éste se le da, en el mismo Espíritu, fe; y a aquél, en el único Espíritu, dones de curación.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 a otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;

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1 Corintios 12:9
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sin embargo, seguimos predicando porque tenemos la misma clase de fe que tenía el salmista cuando dijo: «Creí en Dios, por tanto hablé».


Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.


Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada.


Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones,


¿Tenemos todos el don de sanidad? ¿Tenemos todos la capacidad de hablar en idiomas desconocidos? ¿Tenemos todos la capacidad de interpretar idiomas desconocidos? ¡Por supuesto que no!


A continuación hay algunas de las partes que Dios ha designado para la iglesia: en primer lugar, los apóstoles; en segundo lugar, los profetas; en tercer lugar, los maestros; luego los que hacen milagros, los que tienen el don de sanidad, los que pueden ayudar a otros, los que tienen el don de liderazgo, los que hablan en idiomas desconocidos.


Podrán tomar serpientes en las manos sin que nada les pase y, si beben algo venenoso, no les hará daño. Pondrán sus manos sobre los enfermos, y ellos sanarán».


Como resultado del trabajo de los apóstoles, la gente sacaba a los enfermos a las calles en camas y camillas para que la sombra de Pedro cayera sobre algunos de ellos cuando él pasaba.


Sanen a los enfermos y díganles: “El reino de Dios ahora está cerca de ustedes”.


Luego los envió para que anunciaran a todos acerca del reino de Dios y sanaran a los enfermos.


También expulsaban muchos demonios y sanaban a muchos enfermos ungiéndolos con aceite de oliva.


Entonces Jesús les dijo: —Les digo la verdad, si tienen fe y no dudan, pueden hacer cosas como esa y mucho más. Hasta pueden decirle a esta montaña: “Levántate y échate al mar”, y sucederá.


Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, curen a los que tienen lepra y expulsen a los demonios. ¡Den tan gratuitamente como han recibido!


Y saben que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder. Después Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que eran oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.


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