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Zacarías 7:10 - Biblia Católica (Latinoamericana)

10 No opriman a la viuda ni al huérfano, al extranjero ni al pobre; no anden pensando cómo hacerle el mal a otro.

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Biblia Reina Valera 1960

10 no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 No opriman a las viudas ni a los huérfanos ni a los extranjeros ni a los pobres. Tampoco tramen el mal unos contra otros.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 No oprimáis a la viuda ni al huérfano, ni al extranjero ni al pobre, ni meditéis en vuestro corazón el mal contra vuestro hermano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 A la viuda y al huérfano, al forastero y al pobre no oprimáis; no maquinéis en vuestros corazones el mal de unos contra otros'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 No oprimáis a la viuda, ni al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.

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Zacarías 7:10
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Se ven gordos y macizos y ya no saben distinguir el mal. Nada tiene de justo su justicia, no respetan el derecho de los huérfanos ni defienden la causa de los pobres.


El que no ama está en un estado de muerte. El que odia a su hermano es un asesino, y, como saben, ningún asesino tiene la vida eterna.


El salario de los trabajadores que cosecharon sus campos se ha puesto a gritar, pues ustedes no les pagaron; las quejas de los segadores ya habían llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.


Tus jefes son unos rebeldes, cómplices de ladrones. Todos esperan recompensa y van detrás de los regalos. No hacen justicia al huérfano ni atienden la causa de la viuda.


Juzgará con justicia al bajo pueblo, salvará a los hijos de los pobres, pues al opresor aplastará.


Si contra ti traman algún mal, o meditan un plan, no se la podrán.


ni los ladrones, ni los que no tienen nunca bastante, ni los borrachos, ni los chismosos, ni los que se aprovechan de los demás heredarán el Reino de Dios.


Por lo tanto, ¡ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes cierran a la gente el Reino de los Cielos. No entran ustedes, ni dejan entrar a los que querrían hacerlo.


Cuando venga a ustedes para hacer justicia, exigiré un castigo inmediato para los hechiceros y los adúlteros, para los que hacen falsos juramentos, para los que abusan del asalariado, de la viuda y del huérfano, para los que no respetan los derechos del extranjero.


no anden pensando cómo perjudicar a otro; no sean amigos de jurar en falso. Porque éstas son las cosas que aborrezco, dice Yavé.


Escuchen esta palabra, vacas de Basán, damas de los cerros de Samaria: Ustedes oprimen a los débiles, aplastan a los menesterosos, y luego dicen a sus maridos: 'Sírvannos vino para tomar.


Los propietarios se dedican a la violencia, cometen robos, maltratan al pobre y al indigente y le niegan sus derechos al forastero.


Dentro de ti, se condena a muerte por dinero, prestan a interés y cobran comisiones. Despojas brutalmente a tu prójimo, y me has olvidado, palabra de Yavé.


Dentro de ti se desprecia al padre y a la madre, se maltrata al extranjero, se trata con violencia al huérfano y a la viuda.


Ellos decían: 'Vengan, tramemos un atentado contra Jeremías, porque no por eso van a faltar sacerdotes que nos digan la Ley, ni sabios que den consejos, ni profetas que transmitan palabras de Yavé. Vengan, debemos contradecirle y no hacer más caso a todas sus palabras.


el corazón que medita intenciones culpables, los pies que corren impacientes a hacer el mal,


No le juegues a tu prójimo una mala pasada, siendo que confió en ti.


de los que en su corazón maquinan males y que provocan riñas cada día;'


Maldito el que no respeta el derecho del forastero, del huérfano y de la viuda. Todo el pueblo responderá: ¡Amén!


No opriman a los extranjeros, pues ustedes saben lo que es ser extranjero. Lo fueron ustedes en la tierra de Egipto.


Hasta en su lecho rumia sus maldades; se obstina en el camino que no es bueno, no renuncia al mal.


Dejen de oprimir al extranjero, al huérfano y a la viuda. No manchen este lugar con sangre de gente asesinada. No vayan en pos de otros dioses, para desgracia de ustedes.


éstas son sus palabras: Hagan justicia correctamente, cada día, libren al oprimido de las manos de su opresor; de lo contrario mi cólera va a estallar como un incendio y no va a haber nadie para apagarlo.


Pásame tus huérfanos, yo los cuidaré, y que tus viudas se acerquen a mí con confianza.


roba, no devuelve la garantía que se le pasó, vuelve su mirada hacia los sucios ídolos y comete el crimen,


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