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Zacarías 3:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Quítenle sus ropas sucias y pónganle un traje de gala. Coloquen además en su cabeza una corona reluciente. Lo vistieron con el traje de fiesta y pusieron en su cabeza la corona reluciente.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Luego yo dije: «Deben también colocarle un turbante limpio en la cabeza». Así que ellos le pusieron en la cabeza un turbante sacerdotal limpio y lo vistieron de ropas nuevas, mientras el ángel del Señor permanecía cerca.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y añadió: ¡Poned una mitra limpia en su cabeza! Y pusieron una mitra sobre su cabeza, y lo vistieron con ropas. Y el ángel de YHVH estaba en pie.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 y poned una tiara limpia en su cabeza'. Le pusieron la tiara limpia en cabeza y le vistieron ropas limpias. Todo ello en presencia del ángel de Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el Ángel de Jehová estaba en pie.

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Zacarías 3:5
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Con el oro y plata recolectados harás una corona que pondrás en la cabeza de Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote.


Pondrás sobre su cabeza el turbante, y sobre éste, la lámina sagrada.


los veinticuatro ancianos se arrodillan ante el que está sentado en el trono, adoran al que vive por los siglos de los siglos y arrojan sus coronas delante del trono diciendo:


Veinticuatro sillones rodean el trono, y en ellos están sentados veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro en la cabeza.


Me había puesto la justicia como un vestido y llevaba mi rectitud como un manto y un turbante.


Aquel día, en lugar de perfumes habrá podredumbre; en lugar de cinturón, una cuerda; en lugar de cabello trenzado, cabeza rapada; en lugar de vestidos lujosos, un saco; en vez de un diestro maquillaje, una marca con un hierro al rojo.


Cuando los sacerdotes salgan del santuario al patio exterior, dejarán allí las vestimentas con que oficiaron, porque esas vestimentas son santas. Se pondrán otras y entonces irán al patio reservado al pueblo.


Luego el ángel de Yavé dijo a Josué: 'Ahora te he dejado libre de tu falta. En seguida, el ángel hizo a Josué esta advertencia:'


Salto de alegría delante de Yavé, y mi alma se alegra en mi Dios, pues él me puso ropas de salvación y me abrigó con el chal de la justicia, como el novio se coloca su corona, o como la esposa se arregla con sus joyas.


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