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Zacarías 10:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Ellos serán en la batalla como valientes que pisan el polvo del camino; serán victoriosos, pues Yavé estará de su parte, y derrotarán a los que montan a caballo.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y serán como valientes que en la batalla huellan al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jehová estará con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Serán como guerreros poderosos en batalla, que pisotean a sus enemigos en el lodo debajo de sus pies. Puesto que el Señor está con ellos cuando luchan, hasta derribarán a los jinetes de sus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Serán como valientes que pisan el lodo callejero en la batalla, Combatirán, porque YHVH estará con ellos. Y los jinetes serán derrotados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 serán como guerreros que pisan el barro de las calles, darán la batalla, porque Yahveh está con ellos y serán confundidos los que montan en caballos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y serán como hombres valientes, que en la batalla pisotean al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jehová será con ellos; y los que montan a caballo serán avergonzados.

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Zacarías 10:5
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Derribaré los tronos de los reyes y destruiré el poderío de las naciones. Volcaré al carro con su conductor; rodarán por el suelo los caballos y sus jinetes. Se matarán unos a otros.


Ese día, también, Yavé protegerá de tal forma a los habitantes de Jerusalén que el más débil de entre ellos será como David, y la familia de David, que los encabezará, será como Dios, como el ángel de Yavé.


Yo estiraré a Judá como un arco y le pondré como flecha a Efraím; lanzaré tus hijos, oh Sión, contra los griegos, y tú serás como la espada de un héroe.


Unos en carros, otros a caballo, pero nosotros sólo recurrimos al nombre del Señor, nuestro Dios.


He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado lo que depositaron en mis manos.


Nuestras armas no son las humanas, pero tienen la fuerza de Dios para destruir fortalezas: todos esos argumentos


Así Moisés fue educado en toda la sabiduría de los egipcios,


¿Qué pasó?, les preguntó. Le contestaron: '¡Todo el asunto de Jesús Nazareno!' Era un profeta poderoso en obras y palabras, reconocido por Dios y por todo el pueblo.


Entonces se le acercó el tentador y le dijo: 'Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan.


Aquel día Yavé les infundirá un miedo horrible: se volverán el uno contra el otro y se pondrán a pelear entre ellos mismos.


Entonces saldrá Yavé a combatir; peleará con esas naciones como lo hace en los días de batalla.


Ese día, dice Yavé, sembraré la confusión entre los caballos y volveré locos a sus jinetes. Dejaré ciegos a todos los pueblos y cuidaré de la casa de Judá.


Mi enemiga, al verlo se sentirá avergonzada, pues decía: ¿Dónde se metió tu Dios? Mis ojos se recrearán viendo cómo es pisoteada, igual que el barro de las calles.


y el primero entre los valientes huirá desnudo aquel día. Así lo asegura el Señor.


Vendrás de tu país, de muy al norte, con pueblos numerosos, todos montados a caballo, conformando un ejército grande e inmenso.


Buscarás a tus contrarios, pero no los hallarás; serán totalmente derrotados, reducidos a la nada los que te hacían la guerra.


pues la mano de Yavé se nota en este cerro. Moab, en cambio, será pisoteado como se pisotea la paja en un montón de guano,


Yo lo he enviado contra una nación impía, contra un pueblo que me molesta, para que lo saquee y le quite todo lo que tiene y lo pisotee como el polvo de las calles.


Véanlo, pueblos, y sean destrozados; atrévanse, naciones lejanas. ¡Arriba! Serán destrozados.


Cíñete ya la espada, poderoso, con gloria y con honor


No salva al rey lo inmenso de sus tropas, ni su gran fuerza libra al que combate.


Los trituro como polvo que se lleva el viento, los pisoteo como el barro del camino.


Los muelo como el polvo de la tierra, los pisoteo como el barro del camino.


Tembló entonces la tierra, se estremeció, bambolearon los cimientos del cielo, temblaban al sentir su cólera.


Uno de los servidores pidió la palabra y dijo: 'Conozco a un hijo de Jesé de Belén que sabe tocar música. Es un muchacho valiente, un buen guerrero; es inteligente, es buen mozo y Yavé está con él'.


Josué se adueñó de un solo golpe de todos esos reyes y de sus territorios, porque Yavé, el Dios de Israel, combatía por Israel.


No ha habido otro día como ése, ni antes ni después, en que Yavé haya escuchado la voz de un hombre. Ese día Yavé combatió por Israel.


Cuando vayas a la guerra contra tus enemigos y veas caballos, carros y un ejército más numeroso que el tuyo, no les tengas miedo, porque está contigo Yavé, tu Dios, aquel que te sacó de Egipto.


Vi luego a un ángel parado sobre el sol, que gritó con voz potente a todas las aves que volaban por el cielo: 'Vengan acá, reúnanse para el gran banquete de Dios.


Pero el Señor estuvo conmigo llenándome de fuerza, para que el mensaje fuera proclamado por medio de mí y llegara a oídos de todas las naciones; y quedé libre de la boca del león.


Un judío llamado Apolo, natural de Alejandría, había llegado a Efeso. Era un orador elocuente y muy entendido en las Escrituras.


y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.


Por ti hundimos a nuestros adversarios y en tu nombre pisamos a nuestros agresores.


Lo he despertado en el norte, y ha venido, desde el oriente ha sido llamado por su nombre. Ha pisoteado a los jefes como al barro, como el alfarero pisa la arcilla.


Yavé, ¡que tu mano quiebre a tus adversarios, y perezcan todos tus enemigos!


Les dijo: '¡Láncenla por la ventana!' Y la lanzaron. Su sangre salpicó el muro y los caballos que pasaban la pisotearon.


¡Pobres de aquellos que bajan a Egipto, por si acaso consiguen ayuda! Pues confían en la caballería, en los carros de guerra, que son numerosos, y en los jinetes, porque son valientes. ¿Por qué no hicieron caso del Santo de Israel y no consultaron a Yavé?


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