Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Santiago 5:16 - Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Reconozcan sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para que sean sanados. La súplica del justo tiene mucho poder con tal de que sea perseverante:

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Confesaos pues los pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La petición eficaz del justo puede mucho.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Confesaos, pues, los pecados unos a otros; orad unos por otros para ser curados. La oración asidua del justo tiene mucho poder.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Confesaos vuestras faltas unos a otros, y orad los unos por los otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Santiago 5:16
68 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yavé se mantiene alejado de los malos, pero atiende a la oración de los justos.


¡Quítate de ahí y échate al mar!, y así sucederá. Todo lo que pidan en la oración, con tal de que crean, lo recibirán.


Es sabido que Dios no escucha a los pecadores, pero al que honra a Dios y cumple su voluntad, Dios lo escucha.


Pero tiene puestos sus ojos en los justos y sus oídos pendientes de sus clamores.


El cargó con nuestros pecados en el madero de la cruz, para que, muertos a nuestros pecados, empezáramos una vida santa. Y por su suplicio han sido sanados.


Llámame y te responderé; te mostraré cosas grandes y secretas que tú ignoras.


Entonces, todo lo que pidamos nos lo concederá, porque guardamos sus mandatos y hacemos lo que le agrada.


Yavé aborrece el sacrificio de los malvados, pero acoge con alegría la oración de los justos.


Muchos de los que habían aceptado la fe venían a confesar y exponer todo lo que antes habían hecho.


Por lo tanto, consíganse siete becerros y siete carneros y vayan a ver a mi servidor Job. Ofrecerán un sacrificio de holocaustos, mientras que mi servidor Job rogará por ustedes. Ustedes no han hablado bien de mí, como hizo mi servidor Job, pero los perdonaré en consideración a él.


Entonces Abrahán oró por Abimelec, y Dios curó a Abimelec, a su esposa y a sus esclavos, a fin de que pudieran tener hijos.


El que se niega a escuchar la Ley, hasta su oración indispone a Dios.


Y Yavé escuchó a Ezequías y no castigó al pueblo por este incumplimiento.


Entonces el pueblo le suplicó a Moisés. Moisés intercedió ante Yavé y el fuego se apagó.


enderecen los caminos tortuosos por donde han de pasar, para que el cojo no se pierda y más bien se mejore.


Y además de confesar sus pecados, se hacían bautizar por Juan en el río Jordán.


Rueguen por nosotros, que sólo deseamos proceder en todo con rectitud y estamos seguros de que nuestras intenciones son limpias.


Por la fe Noé escuchó el anuncio de acontecimientos que no se podían anticipar, y construyó el arca en que iba a salvarse con su familia. La fe de Noé condenaba a sus contemporáneos, y por ella alcanzó la verdadera rectitud, fruto de la fe.


Y así como la desobediencia de uno solo hizo pecadores a muchos, así también por la obediencia de uno solo una multitud accede a la verdadera rectitud.


Ese día en que Yavé puso al Amorreo en las manos de los israelitas, Josué se volvió hacia Yavé y exclamó delante de todo Israel: '¡Detente, sol, sobre Gabaón! ¡Y tu luna, sobre el valle de Ayalón!'


Por la fe de Abel, su sacrificio fue mejor que el de su hermano Caín. Por eso fue considerado justo, como Dios lo dio a entender aprobando sus ofrendas. Y aun después de muerto, por su fe sigue clamando.


Jesús de Nazaret fue consagrado por Dios, que le dio Espíritu Santo y poder. Y como Dios estaba con él, pasó haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo.


Cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abrahán y libró a Lot de la catástrofe, mientras arrasaba las ciudades donde Lot había vivido.


Y me dijo Yavé: Aunque Moisés y Samuel vinieran en persona a rogar por este pueblo, mi corazón no se compadecería de él. ¡Echalos de mi presencia, que se vayan lejos!


El rey tomó entonces la palabra y dijo al hombre de Dios: 'Por favor, apacigua a Yavé tu Dios, ruega por mí para que vuelva a mover mi mano'. El hombre de Dios apaciguó a Yavé y la mano del rey volvió a moverse; estaba como antes.


El otro, pues, le preguntó: '¿Cómo te llamas?' El respondió: 'Jacob.


Ahora devuelve su mujer a ese hombre, porque es un profeta. El rogará por ti y vivirás. Pero si no se la devuelves, debes saber que morirás sin remedio, tú y todos los tuyos.


Samuel invocó a Yavé y Yavé mandó ese mismo día truenos y lluvia. Todo el pueblo se llenó de temor ante Yavé y ante Samuel.


Y sucedió que mientras Moisés tenía las manos arriba, se imponía Israel, pero cuando las bajaba, se imponían los amalecitas.


En cuanto Moisés entró en la ciudad, volviendo de la casa de Faraón, alzó sus brazos hacia Yavé; y cesaron los truenos y el granizo y no cayó más lluvia sobre la tierra.


Que el Dios de la paz los haga santos en toda su persona. Que se digne guardarlos sin reproche en su espíritu, su alma y su cuerpo hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor.


Por eso, tampoco nosotros hemos cesado de rezar por ustedes desde el día en que recibimos esas noticias, y pedimos a Dios que alcancen el pleno conocimiento de su voluntad mediante dones de sabiduría y entendimiento espiritual.


Ellos partieron a recorrer los pueblos; predicaban la Buena Nueva y hacían curaciones en todos los lugares.


para ayudar a atravesar a la familia del rey y para cualquier otra cosa que pudiera éste necesitar. Simei hijo de Guera se echó a los pies del rey cuando éste empezaba a atravesar el Jordán.


¿No es ahora la cosecha del trigo? Pues bien, voy a invocar a Yavé y él va a mandar truenos y lluvia. Entonces comprenderán que cometieron un gran pecado con Yavé al pedirle un rey'.


Toda la provincia de Judea y el pueblo de Jerusalén acudían a Juan para confesar sus pecados y ser bautizados por él en el río Jordán.


Simón respondió: 'Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no venga sobre mí nada de lo que han dicho.


Estuvo orando allí un largo rato delante de Yavé mientras Helí la miraba.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម