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Salmos 97:10 - Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Amados del Señor, odien el mal, pues él cuida las almas de sus fieles y los libra de manos de malvados.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; Él guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 ¡Ustedes, los que aman al Señor, odien el mal! Él protege la vida de sus justos y los rescata del poder de los perversos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Los que amáis a YHVH, aborreced el mal, Él guarda las almas de sus santos, Las libra de la mano de los malvados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Los que amáis al Señor, abominad del mal: él custodia la vida de sus fieles y los salva de manos del impío.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Los que amáis a Jehová, aborreced el mal: Él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra.

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Salmos 97:10
38 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

(Aborrecer el mal es temer a Yavé.) Aborrezco el orgullo y la arrogancia, los caminos que conducen al mal y a la hipocresía.


Que el amor sea sincero. Aborrezcan el mal y procuren todo lo bueno.


El Señor guarda a todos los que lo aman, y a todos los malvados extermina. ¡Que mi boca proclame la alabanza del Señor y todo ser carnal bendiga su santo nombre, por siempre y para siempre!


Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y ponte a perseguirla.


Te protegeré contra los malvados y te arrancaré de las manos de los violentos.


Aborrezcan el mal y amen el bien, impongan la justicia en sus tribunales, y quizá Yavé Sabaot se apiade del resto de José.


Has llevado a efecto una justa sentencia al permitir todo lo que nos pasó a nosotros y a Jerusalén, la ciudad santa de nuestros padres. Sí, nos trataste con lealtad y justicia cuando dejaste caer sobre nosotros todo eso por culpa de nuestros pecados.


Que Dios nos libre también de los individuos indeseables y malos, ya que no todos creen.


Está alerta a lo largo del buen camino para proteger el caminar de sus fieles.


Amen al Señor todos sus fieles, pues él guarda a los que le son leales, pero les devolverá el doble a los soberbios.


Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca, pues lo protege lo que en él ha nacido de Dios, y el Maligno no puede tocarlo.


Amemos, pues, ya que él nos amó primero.


Y los protege el poder de Dios, por medio de la fe, con miras a la salvación que nos tiene preparada para los últimos tiempos.


Miren, hermanos, ¿acaso no ha escogido Dios a los pobres de este mundo para hacerlos ricos en la fe? ¿No les dará el reino que prometió a quienes lo aman?


El salva y libra, realiza señales y prodigios en los cielos y en la tierra: él salvó a Daniel de las garras y de los dientes de los leones'.


Y la van a adorar todos los habitantes de la tierra, todos aquellos cuyos nombres no están inscritos desde la creación del mundo en el libro de la vida del Cordero degollado.


Feliz el hombre que soporta pacientemente la prueba, porque, después de probado, recibirá la corona de vida que el Señor prometió a los que lo aman.


pero si uno ama (a Dios), éste ha sido conocido (por Dios).


Israel en cambio será salvado para siempre, y sus hijos no sufrirán más vergüenza ni deshonra, nunca jamás.


No te creas el más sabio: ten el temor de Yavé y mantente alejado del mal.


Jamás el cetro impío se impondrá sobre la parcela de los justos, no sea que los justos ensangrienten sus manos en el crimen.


Detesto la mentira, la aborrezco, pero eso sí que amo tu Ley.


Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues mi Nombre conoció.


Ustedes lo aman sin haberlo visto; ahora creen en él sin verlo, y nadie sabría expresar su alegría celestial'


¡Infeliz de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo, o de esta muerte?


No entiendo mis propios actos: no hago lo que quiero y hago las cosas que detesto.


Mi Dios me envió a su ángel, quien cerró las fauces de los leones, los que ni siquiera me han tocado porque fui hallado inocente ante él, y ante ti, oh rey, también soy inocente'.


Tus ordenanzas me han dado la inteligencia, por eso odio cualquier ruta mentirosa.


Nada tendré en vista que pueda ser malvado. Odio el proceder de los extraviados, no permitiré que se me pegue.


Hasta en su lecho rumia sus maldades; se obstina en el camino que no es bueno, no renuncia al mal.


Te preserva el Señor de todo mal, él guarda tu alma.


Busquen el bien y no el mal si quieren vivir, para que así Yavé esté con ustedes, como de continuo repiten.


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