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Salmos 88:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Señor, mi Dios, te clamo a ti de día, y de noche me quejo en tu presencia.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Oh Señor, Dios de mi salvación, a ti clamo de día. A ti vengo de noche.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Cántico. Salmo de los hijos de Coré.° Al director del coro, sobre Mahalat Leannot.° Maskil de Hemán ezrajita. Oh YHVH, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Canto. Salmo. De los hijos de Coré. En la enfermedad. Para cantar. De Hemán el indígena.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Canción: Salmo para los hijos de Coré; al Músico principal; para cantar sobre Mahalat; Masquil de Hemán ezraíta. Oh Jehová, Dios de mi salvación, día y noche clamo delante de ti.

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Salmos 88:1
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¡Vean cómo es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.


Mi Dios, de día llamo y no me atiendes, de noche, mas no encuentro mi reposo.


¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos si claman a él día y noche, mientras él deja que esperen?


Tú eres mi Dios; piedad de mí, Señor, que a ti clamo todo el día.


Dijo en su corazón el insensato: '¡Mentira, Dios no existe!' Son gente pervertida, hacen cosas infames, ya no hay quien haga el bien.


Dame tu salvación que regocija, y que un espíritu noble me dé fuerza.


Es tu rostro, Señor, lo que yo busco, no me escondas tu cara. Con enojo a tu siervo no rechaces; eres tú mi defensa, ¡no me abandones, no me dejes solo, mi Dios y Salvador!'


Ahora nos queda aguardar la feliz esperanza, la manifestación gloriosa de nuestro magnífico Dios y Salvador, Cristo Jesús,


Permaneció viuda, y tenía ya ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo día y noche al Señor con ayunos y oraciones.


Porque mis ojos han visto a tu salvador,


y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador,


Sobre tus murallas, Jerusalén, he puesto centinelas para que estén alerta día y noche. Ustedes, que deben recordárselo a Yavé, no se queden allí parados,


Señor Dios, poderoso para salvar, tú cubres mi cabeza el día del combate.


Ayúdanos, oh Dios, salvador nuestro, en atención a la gloria de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados en honor a tu nombre.


¡Bendito sea el Señor día tras día! El Dios que salva se encarga de nosotros.


Tú nos responderás, como es debido, con maravillas, Dios Salvador nuestro, esperanza de las tierras lejanas y de las islas de ultramar,


En Dios están mi salvación y mi gloria, él es mi roca y mi fuerza, en él me abrigo.


El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Amparo de mi vida es el Señor, ¿ante quién temblaré?


Ese obtendrá la bendición del Señor y la aprobación de Dios, su salvador.


¡Escucha con atención, abre los ojos, atiende la plegaria de tu servidor! Porque como tú lo ves, yo oro día y noche por los hijos de Israel, tus servidores y confieso los pecados de los hijos de Israel.


Noche y día le pedimos con la mayor insistencia que nos permita volver a verlos y completar lo que todavía falta a su fe.


Hijos de Zéraj: Zimrí, Hetán, Hemán, Calcol y Darda, en total cinco.


Que no roben a sus patrones, sino que se muestren dignos de toda confianza; así atraerán elogios sobre la doctrina de Dios, nuestro Salvador.


Doy gracias a Dios, a quien sirvo con conciencia limpia como mis antepasados, cuando constantemente te recuerdo en mis oraciones noche y día.


Fue más sabio que cualquier otro, más sabio que Etán el Ezrajita, más que Jemán, Calcol y Darda, los hijos de Majol. Su fama se extendió por todos los países vecinos.


Estos son los que ejercían ese ministerio con sus hijos: De los hijos de Quehat: Hemán, el cantor, hijo de Joel, hijo de Samuel,


Como anhela la cierva estar junto al arroyo, así mi alma desea, Señor, estar contigo.


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