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Salmos 85:8 - Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Quiero escuchar lo que dice el Señor, pues Dios habla de paz a su pueblo y a sus servidores, con tal que en su locura no recaigan.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Escucharé lo que hablará Jehová Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Presto mucha atención a lo que dice Dios el Señor, pues él da palabras de paz a su pueblo fiel. Pero no le permitas volver a sus necios caminos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Escucharé lo que dirá Ha-’El; YHVH hablará de paz a su pueblo y a sus santos, Para que no vuelvan a la insensatez.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Concédenos, Señor, ver tus favores y regálanos tu liberación.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Escucharé lo que hable Jehová Dios: Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se vuelvan a la locura.

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Salmos 85:8
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El Señor dará fuerza a su pueblo, dará a su pueblo bendiciones de paz.


Yo reprendo y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete.


Destruirá los carros de Efraím y los caballos de Jerusalén. Entonces se podrá romper el arco con flechas, pues él dictará la paz a las naciones. Extenderá su dominio de un mar al otro mar, y desde el Eufrates hasta el fin del mundo.


A pesar de todo no se hunden los sólidos cimientos puestos por Dios, en los cuales está inscrito: El Señor conoce a los suyos, y: Aléjese de la maldad el que invoca el nombre del Señor.


Me ubicaré en mi torre de vigía y me pondré de pie sobre mi almena para ver si diviso su respuesta, lo que él va a contestar a mi pregunta.


Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo.


Pero de ti procede el perdón, y así se te venera.


Cuando los hijos de Jacob volvieron del campo, se enteraron de lo que había pasado. Estos hombres se enojaron muchísimo porque se había cometido una infamia en Israel; alguien había abusado de la hija de Jacob, cosa que no debe hacerse.


Cuidado, pues, de hacerse los sordos con el que habla. Pues si no se salvaron en aquel tiempo los que desoyeron las palabras del profeta en la tierra, menos todavía nosotros si nos desentendemos del que habla desde los cielos.


Que el Señor de la paz les dé su paz en todo tiempo y en todo. Que el Señor esté con todos ustedes.


Vino como evangelizador de la paz: paz para ustedes que estaban lejos, y paz para los judíos que estaban cerca.


pero si ahora conocen a Dios o, más bien, Dios los ha conocido a ustedes, ¿cómo pueden volver a normas y principios miserables y sin fuerza? ¿Quieren ser de nuevo sus esclavos?


Ahora bien, Dios ha enviado su Palabra a los israelitas dándoles un mensaje de paz por medio de Jesús, el Mesías, que también es el Señor de todos.


Por ustedes, en primer lugar, Dios ha resucitado a su Siervo y lo ha enviado para bendecirles, con tal que cada uno renuncie a su mala vida.


Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: 'La paz esté con ustedes.


Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: '¡La paz esté con ustedes!'


Ella contestó: 'Ninguno, señor. Y Jesús le dijo: 'Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar.


Más tarde Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: 'Ahora estás sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.


La fama de este templo será mucho mayor que la del anterior, y en este lugar yo entregaré la paz, dice Yavé de los Ejércitos.


haré que les brote la risa de sus labios: ¡Paz, paz al que está lejos y al que está cerca!, dice Yavé. Sí, yo te voy a sanar.


Joya de oro engastada en plata, tal es la palabra que se dice oportunamente;'


Reúnan a mis fieles ante mí, que con un sacrificio sellaron mi alianza.


Podrías moler al tonto en un mortero, pero su estupidez no lo dejaría.


No tome en cuenta, señor, a ese bruto de Nabal, pues su nombre quiere decir El Loco, y él se ha dejado llevar por su locura. Yo, tu sirvienta, no pude ver a los muchachos que mandó mi señor.


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