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Salmos 85:3 - Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Depusiste todo tu furor, y volviste del ardor de tu cólera.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Reprimiste todo tu enojo; Te apartaste del ardor de tu ira.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Contuviste tu furia y refrenaste tu enojo encendido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Depusiste toda tu indignación, Te apartaste del ardor de tu ira.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 tú perdonas las culpas de tu pueblo y recubres, enteros, sus errores; Selah

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Dejaste todo tu enojo; te volviste de la ira de tu furor.

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Salmos 85:3
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces habló de exterminarlos, a no ser porque su elegido Moisés se puso en la brecha frente a El para impedir que su ira los destruyera.


luego, amontonarás los despojos en medio de la plaza y prenderás fuego a la ciudad con todos sus despojos para cumplir la maldición de Yavé. Esta ciudad quedará convertida en un montón de ruinas para siempre, y jamás volverá a ser edificada.


¿Quién sabe si Dios se arrepentirá y cesará su enojo, de manera que no nos haga morir?'


Y dirás aquel día: 'Te doy gracias, Yavé, porque estabas enojado conmigo, pero se te pasó el enojo y me levantaste.


tocó con él mi boca y dijo: 'Mira, esto ha tocado tus labios, tu falta ha sido perdonada y tu pecado, borrado.


El, empero, siempre bueno y compasivo, perdonaba su culpa en vez de destruirlos, ¡cuántas veces no refrenó su cólera en vez de desatar toda su ira!


Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía a su encuentro, y exclamó: 'Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo.


Aarón le contestó: '¡No te enojes conmigo, mi señor! Tú mismo sabes que este pueblo es inclinado al mal.


¡Que los cielos festejen a su pueblo! ¡Hijos de Dios, póstrense ante él! Porque él venga la sangre de sus siervos y devuelve la venganza a sus adversarios, mientras purifica la tierra de su pueblo.


escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, su oración y su plegaria; hazles justicia y perdona a tu pueblo los pecados que cometieron contra ti.


Consuelen, dice Yavé, tu Dios, consuelen a mi pueblo.


Hablen a Jerusalén, hablen a su corazón, y díganle que su jornada ha terminado, que ha sido pagada su culpa, pues ha recibido de manos de Yavé doble castigo por todos sus pecados.


En aquellos días, entonces, se buscará la culpa de Israel, pero no existirá; los pecados de Judá, pero no se hallará ninguno, porque al que salvo, yo le perdono.


Entonces te acordarás, te sentirás llena de vergüenza y no te atreverás a abrir la boca cuando te perdone todo lo que has hecho, palabra de Yavé.


Una vez más te compadecerás de nosotros, pisotearás nuestras faltas. Tira, pues, al fondo del mar todos nuestros pecados.


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