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Salmos 74:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Ya no vemos signos de ti, ya no hay profetas, y nadie entre nosotros que nos diga hasta cuando.

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Biblia Reina Valera 1960

9 No vemos ya nuestras señales; No hay más profeta, Ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Ya no vemos tus señales milagrosas; ya no hay más profetas, y nadie puede decirnos cuándo acabará todo esto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 No vemos ya nuestras señales, No hay más profeta, Ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Nosotros ya no vemos nuestros signos: no existe ya un profeta, ni hay entre nosotros quien comprenda hasta cuándo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 No vemos ya nuestras señales; no hay más profeta; ni con nosotros hay quien sepa hasta cuándo.

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Salmos 74:9
11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Llegará el día, dice Yavé, en que mandaré al país el hambre, mas no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra de Yavé.


Desgracia tras desgracia, una mala noticia tras otra; los profetas no tendrán más visiones, los sacerdotes, nada más que decir, los ancianos no sabrán más qué aconsejar.


El joven Samuel servía a Yavé bajo la mirada de Helí. En ese tiempo la palabra de Yavé era muy rara y las visiones poco frecuentes.


Por eso, les dice: 'Noche para ustedes, y no más visiones; tinieblas en vez de revelaciones; el sol se pone para los profetas y su día se cambia en tinieblas.


Sus puertas se han hundido en tierra, él ha roto sus cerrojos; su rey y sus príncipes están entre extranjeros; ya no hay Ley y tampoco sus profetas consiguen visiones de Yavé.


En las casas donde están ustedes la sangre tendrá valor de señal: al ver esta sangre, yo pasaré de largo, y la plaga no los alcanzará mientras golpeo a Egipto.


Dios ha confirmado su testimonio con señales, prodigios y milagros de toda clase, sin hablar de los dones del Espíritu, que reparte como quiere.


Les di mis sábados para que sean una señal entre yo y ellos, para que sepan que yo soy Yavé, quien los hace santos.


Respondió: 'Si realmente te he caído en gracia, hazme ver una señal y así sabré que eres tú quien me habla.


Los videntes se llenarán de vergüenza, y los adivinos, de confusión; unos y otros se taparán la cara porque Dios no les responde.


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