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Salmos 68:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Como humo al viento, así tú los disipas, como cera en el fuego se deshacen.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Como es lanzado el humo, los lanzarás; Como se derrite la cera delante del fuego, Así perecerán los impíos delante de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Sóplalos y disípalos como si fueran humo; derrítelos como la cera en el fuego. Que los malvados perezcan en la presencia de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Disípense como se disipa el humo! Como la cera se derrite ante el fuego, Así perezcan los malvados ante la presencia de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Se levanta el Señor, y sus enemigos se dispersan, sus adversarios huyen ante su presencia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Como es lanzado el humo, así lánzalos; como se derrite la cera delante del fuego, así perezca el impío ante la presencia de Dios.

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Salmos 68:2
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

A su paso se desmoronan las montañas y los valles se hunden como cera ante el fuego o como el agua que se escurre por la pendiente.


Pero los impíos perecerán y sus hijos mendigarán el pan. Los que odian al Señor desaparecen como flores del prado, y se desvanecen como el humo.


Por eso, serán como neblina matinal, como el rocío que pronto se seca, como paja barrida por el viento, como el humo que escapa por la ventana.


El enojo de Yavé de los Ejércitos ha sacudido el país y el pueblo ha sido pasto de las llamas. Nadie se compadece de su hermano, cada uno se come la carne de su vecino.


Los montes se derriten como cera ante el que es Amo de toda la tierra;'


Los que le prendieron fuego como basura, que perezcan al reproche de tu mirada.


al verte realizar prodigios inesperados.


¡Qué terrible eres tú! ¿Quién te resistirá el día de tu ira?


Yo soy como el arroyo que se escurre; todos mis huesos se han descoyuntado; mi corazón se ha vuelto como cera, dentro mis entrañas se derriten.


Cuando el Arca partía, Moisés decía: '¡Levántate, Yavé! ¡Que se dispersen tus enemigos, que huyan ante ti los que te odian!'


Cuando avanzó Joab con su ejército para atacar a los arameos, éstos salieron huyendo.


Los arameos se pusieron en orden de batalla frente a David y se trabó el combate. Los arameos dieron vuelta la espalda ante Israel y David les mató setecientos caballos y cuarenta mil hombres. Sobac, su comandante en jefe, fue derribado y murió allí mismo.


Al sentir tus amenazas huyen los pueblos, tú te paras, y las naciones se dispersan:


¡Cómo! ¿Apis ha huido? ¿Tu Toro ha sido derrotado? Sí, Yavé lo ha derribado,


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