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Salmos 60:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Oh Dios, nos rechazaste, nos hiciste pedazos, tú estabas enojado, pero vuelve a nosotros.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste; Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Nos has rechazado, oh Dios, y quebraste nuestras defensas. Te enojaste con nosotros; ahora, restáuranos al gozo de tu favor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Al director del coro. Al shoshan edot.° Mictam de David, para enseñar, cuando combatió contra Aram Najaraim y contra Aram-soba, y volvió Joab e hirió a doce mil edomitas en el Valle de la Sal. ¡Oh ’Elohim! Tú nos has rechazado, Airado, nos quebrantaste.° ¡Vuélvete a nosotros!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Del director. Con la lira de Susa. Miktam. De David. Para enseñar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Al Músico principal: sobre Susan-edut: Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, y mató de Edom en el valle de la Sal a doce mil Oh Dios, tú nos has desechado, nos disipaste; te has airado; ¡vuélvete a nosotros!

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Salmos 60:1
36 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

David venció a Hadadezer, hijo de Rejob, rey de Saba, cuando éste llevó a cabo una expedición para ser nuevamente dueño del Río.


Ahora, en cambio, nos rechazas y humillas y no sales al frente de nuestras tropas.


David derrotó a Hadadezer, rey de Sobá, en Jamat, cuando éste iba a establecer su dominio sobre la región del río Eufrates.


David se dirigió a Baal-Perasim, y allí los derrotó. 'Yavé, dijo, fue como un torrente, me abrió una brecha en las filas enemigas'. Por eso llamaron a ese lugar Baal-Perasim (el Señor de la Brecha).


Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?. Compadécete de tus servidores.


Restablécenos, Dios, salvador nuestro, pon fin a tu resentimiento con nosotros.


Amasías derrotó a los edomitas en el valle de la Sal y se apoderó de la meseta a costa de un duro combate; le dio el nombre de Yoctel, el que lleva hasta el día de hoy.


En una visión tú hablaste en otro tiempo refiriéndote a tu amigo, tú dijiste: 'He prestado mi apoyo a un valiente, lo he sacado del pueblo y exaltado.


Una alianza hiciste con tu preferido, le juraste a David, tu servidor:


¡Oh Dios, retómanos en tus manos, haz brillar tu faz y sálvanos!


¿Hasta cuándo, Señor, durará tu cólera? ¿Tus celos quemarán siempre como fuego?


¿Por qué, oh Dios, esos continuos rechazos, y esa ira contra el rebaño de tu redil?


¿Quién sino tú, oh Dios, que nos rechazaste y que no sales más con nuestras tropas?


Oh Dios, ordena su masacre, pues tu pueblo no debe olvidarlo. Tú, tan valiente, persíguelos y mátalos, oh Señor, nuestro escudo.


¡Dios mío, líbrame de mis enemigos, protégeme de mis agresores;'


Amasías cobró ánimo y, tomando el mando de su pueblo, marchó al Valle de la Sal, donde derrotó a diez mil hombres de los hijos de Seír.


Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón entero y con ánimo cariñoso, porque Yavé sondea a todos los corazones y penetra los pensamientos en todas sus formas. Si lo buscas, se dejará encontrar, pero si lo dejas, él te arrojará para siempre.


Samuel le dijo: '¿Qué hiciste?' Y Saúl le respondió: 'Vi que la gente empezaba a irse porque tú no llegabas para la fecha convenida, y ya los filisteos se reunían en Micmás.


El mensajero respondió: 'Israel huyó ante los filisteos, fue una terrible derrota para el pueblo. Tus dos hijos murieron también y el arca de Dios fue capturada'.


Sólo tú, oh Dios; pero nos has rechazado y ya no sales más con nuestras tropas.


Ayúdanos, oh Dios, salvador nuestro, en atención a la gloria de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados en honor a tu nombre.


Hadadezer mandó mensajeros para convocar a todos los arameos que vivían al otro lado del río y se concentraron en Jelam; Sobac, el jefe del ejército de Hadadezer, los mandaba a todos.


Reanimaré al pueblo de Judá y liberaré a la gente de José. Los restableceré, pues les he tenido lástima, y serán como si nunca los hubiera rechazado (porque yo, Yavé, su Dios, los he escuchado).


Pero tú lo rechazaste y repudiaste, te enojaste con tu ungido.


Dios terrible en la asamblea de los santos, grande y temible para toda su corte.


Puso gobernadores en Edom y todos los edomitas fueron súbditos de David. Yavé daba la victoria a David doquiera éste iba.


Escucha, pastor de Israel, que guías a José como un rebaño, tú que te sientas en los querubines


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