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Salmos 46:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Dios es nuestro refugio y fortaleza, socorro siempre a mano en momentos de angustia.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Al director del coro. De los hijos de Coré, sobre Alamot.° Cántico. Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Del director. De los hijos de Coré. Al alamot. Canto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Al Músico principal; para los hijos de Coré: Salmo sobre Alamot Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

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Salmos 46:1
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Cerca está el Señor de los que le invocan, de todos los que lo invocan de verdad.


El Señor es un bastión para el oprimido, un refugio para los tiempos de angustia.


El nombre de Yavé es una fortaleza; allí acude el justo y encuentra seguridad.


El Señor Sabaot está con nosotros, es nuestro baluarte el Dios de Jacob.


¡A ti clamo, Señor, a ti te digo: 'Tú eres mi esperanza, mi parte en la tierra de los que viven!'


En verdad, ¿qué nación hay tan grande, cuyos dioses se acerquen a ella como lo hace para nosotros, siempre que lo invocamos, Yavé, nuestro Dios?


El que teme a Yavé tiene un apoyo firme, sus hijos podrán confiar en él.


Tenemos, pues, promesa y juramento, dos cosas irrevocables en las que Dios no puede mentir y que nos dan plena seguridad cuando dejamos todo para aferrarnos a nuestra esperanza.


Abrahán llamó a aquel lugar 'Yavé provee'. Y todavía hoy la gente dice: 'En ese monte Yavé provee.


El Señor Sabaot está con nosotros, es nuestro baluarte el Dios de Jacob.


Ustedes frustraban la esperanza del pobre, pero es Dios su refugio.


¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de sus alas, y tú no has querido!


¡Qué amables son tus moradas, Señor Sabaot!


Señor, has sido bueno con tu tierra: hiciste volver a los cautivos de Jacob.


Grande es el Señor y muy digno de alabanzas, en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo,


La ciudad que fundó en los montes santos,


Zacarías, Uziel, Semiramot, Jejiel, Uní, Eliab, Maseías y Benaías tenían arpas de tonos bajos.


Como anhela la cierva estar junto al arroyo, así mi alma desea, Señor, estar contigo.


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