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Salmos 4:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡Cuando llamo, respóndeme, Dios mi defensor! En la angustia tú me has dado sosiego: ten compasión de mí y escucha mi oración.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Respóndeme cuando clamo a ti, oh Dios, tú que me declaras inocente. Libérame de mis problemas; ten misericordia de mí y escucha mi oración.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Al director del coro, con neguinot.° Salmo de David. ¡Oh Dios de mi justicia,° respóndeme cuando clamo!° Tú, que en la estrechez me diste holgura,° Ten misericordia de mí y escucha mi oración.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Del director; con instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de David Escúchame cuando clamo, oh Dios de mi justicia; cuando yo estaba en angustia, tú me ensanchaste; ten misericordia de mí, y escucha mi oración.

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Salmos 4:1
35 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El nos libró de ese peligro de muerte tan grande, y nos seguirá protegiendo. En él hemos puesto nuestra esperanza y seguirá amparándonos,


Vuélvete a mí y ten de mí piedad, como los que aman tu nombre lo merecen.


Mírame y ten compasión de mí, que estoy solo y desvalido.


El gobernará este país según la justicia y el derecho. En aquel tiempo Judá gozará de paz, e Israel permanecerá seguro. Y éste es el nombre que le darán: Yavé-nuestra-justicia.


A ti te llamo, oh Dios, esperando tu respuesta; inclina a mí tu oído y escucha mi ruego.


Yavé, que es mi Señor, es mi fuerza el da a mis pies la agilidad de un ciervo y me hace caminar por las alturas. Salmo para el maestro del coro, con instrumentos de cuerdas.


Justicia y fuerza están sólo en Yavé. Vendrán a verlo muy humilditos los mismos que se enfurecían con él,


No llames a juicio a tu siervo pues no hay quien sea justo en tu presencia.


Piedad de mí, oh Dios, piedad de mí, pues en ti se refugia el alma mía; a la sombra de tus alas me cobijo hasta que haya pasado la tormenta.


Lleno me siento de palabras bellas, recitaré al rey, yo, mi poema: mi lengua es como un lápiz de escritor.


Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste? ¡Las palabras que lanzo no me salvan!


David dijo además: 'De la misma manera que Yavé me ha librado de las garras del león y de las zarpas del oso, así también me librará de las manos de ese filisteo'. Entonces Saúl dijo a David: 'Anda y que Yavé esté contigo'.


Hermanos, deseamos que conozcan algo de lo que nos tocó padecer en Asia. Realmente fue tan grande el peso de esa prueba que ya habíamos perdido toda esperanza de salir con vida.


Por gracia de Dios ustedes están en Cristo Jesús. El ha pasado a ser sabiduría nuestra venida de Dios, y nuestro mérito y santidad, y el precio de nuestra libertad.


En Judá Dios se ha dado a conocer, grande es su nombre en Israel,


¡Que Dios tenga piedad y nos bendiga, nos ponga bajo la luz de su rostro!


Como anhela la cierva estar junto al arroyo, así mi alma desea, Señor, estar contigo.


no me dejaste en manos del enemigo, me has hecho caminar a campo abierto.


Ese obtendrá la bendición del Señor y la aprobación de Dios, su salvador.


Porque el Señor es justo y ama la justicia, los que son rectos contemplarán su rostro.


¡Mira, Señor, que soy tu servidor, tu servidor y el hijo de tu esclava: tú has roto mis cadenas!


El Señor cuida de los pequeños, estaba débil y me salvó.


Oh Dios, ten piedad de mí, que me hostigan; me acosan asaltantes todo el día,


Tú me asistirás, Señor, porque no hay falta en mí, y me mantendrás en tu presencia para siempre.


Señor, no me reprendas en tu ira, ni me castigues si estás enojado.


También a ti te librará de la angustia. una abundancia sin límites la reemplazará, y tu mesa rebosará de sabrosos manjares.


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