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Salmos 37:22 - Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Los que él bendice poseerán la tierra, y los que él maldice serán eliminados.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Porque los benditos de él heredarán la tierra; Y los malditos de él serán destruidos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Los bendecidos por el Señor poseerán la tierra, pero aquellos a quienes él maldice, morirán.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Porque sus benditos heredarán la tierra, Y los por Él malditos serán cortados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Aquellos que él bendiga poseerán la tierra, los que él maldice serán exterminados.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Porque los bendecidos de Él heredarán la tierra; y los maldecidos por Él serán cortados.

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Salmos 37:22
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yavé maldice la casa del malvado, bendice la morada de los justos.


Maldito sea el que no ama al Señor. ¡Maran atha! ¡Ven, Señor


Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición de la Ley, al hacerse maldición por nosotros, como dice la Escritura: Maldito todo el que está colgado de un madero.


Pues los malvados serán extirpados y tendrán la tierra los que esperan al Señor.


Por el contrario, pesa una maldición sobre todos los que se van a las observancias, pues está escrito: Maldito el que no cumple siempre todo lo que está escrito en la Ley.


Dirá después a los que estén a la izquierda: '¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles!'


Felices los que temen al Señor y siguen sus caminos.


Tú amenazas a los arrogantes malditos, que desertan de tus mandamientos.


¡Que el Señor los bendiga, el que hizo los cielos y la tierra!


Porque el Señor ama lo que es justo y no abandona jamás a sus amigos. Los pecadores perecerán para siempre y se acabará la raza de los malos.


El Señor cuida los días de los buenos, su herencia será eterna.


Los humildes heredarán la tierra y será grande su prosperidad.


Dichoso el que es absuelto de pecado y cuya culpa le ha sido borrada.


Yo he visto al insensato echar raíces, de pronto se derribó su casa: '¡Que a sus hijos nadie los socorra!'


sino que sigan en todo el camino que Yavé les ha marcado; así vivirán y tendrán éxito, y sus días se prolongarán en la tierra que pasará a ser suya.


Su alma en la dicha morará, y sus hijos heredarán la tierra.


Cuando pidas auxilio, ¡que te salven tus ídolos despreciables! El viento se los llevará a todos, desaparecerán de un soplo. Pero aquel que confía en mí poseerá el país y será dueño de mi Cerro Santo.


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