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Salmos 37:20 - Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Pero los impíos perecerán y sus hijos mendigarán el pan. Los que odian al Señor desaparecen como flores del prado, y se desvanecen como el humo.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Mas los impíos perecerán, Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros Serán consumidos; se disiparán como el humo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Pero los perversos morirán; los enemigos del Señor son como las flores del campo, desaparecerán como el humo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 k No así los malvados, que perecerán. Los enemigos de YHVH serán consumidos como grosura de carneros, Y se disiparán como el humo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Kaf. Van, en cambio, a la ruina los impíos: como el verdor del campo fenecen los enemigos del Señor, disipándose en humo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Mas los impíos perecerán, y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros serán consumidos; se disiparán como humo.

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Salmos 37:20
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Como humo al viento, así tú los disipas, como cera en el fuego se deshacen.


Pues mis días se esfuman, mis huesos se consumen como brasas;'


Yo les digo que no. Y si ustedes no renuncian a sus caminos, perecerán del mismo modo.


¡Oh Yavé, que así perezcan tus enemigos! Y da a los que te aman el resplandor del sol. El país estuvo después tranquilo por cuarenta años.


Esos hombres son como animales irracionales, que vienen a la vida para ser capturados y muertos. Después de haber injuriado lo que no pueden entender, terminarán como animales


Yo les aseguro que no. Y si ustedes no renuncian a sus caminos, todos perecerán de igual modo.


¡Mira cómo perecen tus contrarios, cómo mueren, Señor, tus enemigos, y se dispersan todos los que hacen el mal!


y lo separará de todas las tribus de Israel para su desgracia, conforme a todas las maldiciones de la Alianza expresadas en este libro de la Ley.


Miró hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la comarca del valle y vio una gran humareda que subía de la tierra, semejante a la humareda de un horno.


El sacerdote quemará todo esto en el altar, como alimento pasado por el fuego, de calmante olor para Yavé.


En presencia de Dios los malos perecen, mientras que los justos se regocijan, y ante Dios saltan y gritan de alegría.


Los malos en cambio serán echados del país, los traidores serán expulsados.


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