Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Salmos 27:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Es tu rostro, Señor, lo que yo busco, no me escondas tu cara. Con enojo a tu siervo no rechaces; eres tú mi defensa, ¡no me abandones, no me dejes solo, mi Dios y Salvador!'

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

9 No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 No me des la espalda; no rechaces a tu siervo con enojo. Tú siempre has sido mi ayudador. No me dejes ahora; no me abandones, ¡oh Dios de mi salvación!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

9 No escondas tu rostro de mí, Ni rechaces con ira a tu siervo. Has sido mi ayuda, no me dejes ni me desampares, Oh Dios de mi salvación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 No me ocultes tu rostro ni arrojes a tu siervo con desdén, tú, que eres mi socorro. No me olvides ni abandones, oh Dios, mi salvador.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo: Tú has sido mi ayuda; no me abandones ni me desampares, Dios de mi salvación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Salmos 27:9
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No escondas a tu siervo tu rostro, me siento angustiado, respóndeme pronto.


Apresúrate, Señor, en responderme, porque me estoy quedando sin resuello; no me escondas tu cara, que no sea de los que bajan a la fosa.


No me escondas tu cara en el día de mi desgracia, vuelve tus oídos hacia mí el día que te invoco, apresúrate en responderme.


No corran tras el dinero, sino más bien confórmense con lo que tienen, pues Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni te abandonaré.


Pactaré con ellos una alianza eterna y no dejaré de acompañarlos para hacerles favores. Infundiré mi temor en su corazón para que no se aparten de mí.


Ese obtendrá la bendición del Señor y la aprobación de Dios, su salvador.


He actuado con derecho y con justicia, no me entregues a mis opresores.


Señor, mi Dios, te clamo a ti de día, y de noche me quejo en tu presencia.


Aparta tu semblante de mis faltas, borra en mí todo rastro de malicia.


¿Por qué escondes tu cara? ¿olvidas nuestra opresión, nuestra miseria?


¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?


Samuel tomó entonces una gran piedra y la puso entre Mispá y Yesana, y le puso el nombre de Eben-Ha-Ezer, porque dijo: 'Hasta aquí llegó Yavé con su socorro'.


Así habla Yavé: ¿Acaso despedí a su madre? ¡Muéstrenme el certificado de divorcio!


Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón entero y con ánimo cariñoso, porque Yavé sondea a todos los corazones y penetra los pensamientos en todas sus formas. Si lo buscas, se dejará encontrar, pero si lo dejas, él te arrojará para siempre.


Sino que sus maldades de ustedes han cavado un abismo entre ustedes y su Dios. Sus pecados han hecho que él vuelva su cara para no atenderlos.


Ven, acércate a mí y rescátame, líbrame de tantos enemigos.


Pues mis días se esfuman, mis huesos se consumen como brasas;'


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម