Salmos 25:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

² a ti que eres mi Dios. En ti he confiado, que no quede avergonzado ni se rían de mí mis enemigos.

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Biblia Reina Valera 1960

² Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² ¡Confío en ti, mi Dios! No permitas que me avergüencen, ni dejes que mis enemigos se regodeen en mi derrota.

La Biblia Textual 3a Edicion

² b ¡Dios mío, en ti confío! No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² en tí, mi Dios, confío. Que no sufra vergüenza, que no tengan en mí mis enemigos motivo de alegría.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

² Oh Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, que no triunfen sobre mí mis enemigos.

Salmos 25:2 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Romanos 10:11

La Escritura ya lo dijo: El que cree en él no quedará defraudado.

Salmos 41:11

Que mis enemigos no canten victoria, y reconoceré que me valoras.

Salmos 71:1

En ti, Señor, confío, que no quede decepcionado.

Romanos 5:5

la cual no quedará frustrada, pues ya se nos ha dado el Espíritu Santo, y por él el amor de Dios se va derramando en nuestros corazones.

Salmos 22:5

A ti clamaban y quedaban libres, su espera puesta en ti no fue fallida.

Salmos 142:6

Atiende a mi clamor porque estoy muy decaído. Ponme a salvo de mis perseguidores, que son más fuertes que yo.

Salmos 31:1

A ti, Señor, me acojo, no quede yo nunca defraudado: ¡tú que eres justo, ponme a salvo!

Isaías 37:35

No entrará en esta ciudad, pues lo asegura Yavé: 'Yo defenderé esta ciudad y la salvaré en atención a mí y a mi servidor David.

Salmos 34:8

Gusten y vean cuán bueno es el Señor ¡dichoso aquel que busca en él asilo!

Isaías 26:3

y se queda firme. Tú la guardas en paz porque confía en ti.

Salmos 94:3

¿Hasta cuándo, Señor, esos malvados, hasta cuándo los malvados triunfarán?

1 Pedro 2:6

Dice la Escritura: Yo voy a colocar en Sión una piedra angular, escogida y preciosa: quien se afirme en ella no quedará defraudado.

Isaías 49:23

Los reyes serán tus padres adoptivos y sus princesas tus niñeras. Se agacharán delante de ti hasta tocar el suelo y besarán el polvo de tus pies. Entonces tú sabrás que Yo soy Yavé; y que nunca defraudo a los que esperan en mí.

Isaías 37:20

Sin embargo, ahora, Yavé, Dios nuestro, líbranos de caer en sus manos, te lo suplico, para que todos los reinos de la tierra sepan que tú eres el único Dios, ¡Yavé!'

Salmos 37:40

El Señor los ayuda y los libera, salva a cuantos confiaron en él.

Salmos 18:2

El Señor es mi roca y mi fortaleza; es mi libertador y es mi Dios, es la roca que me da seguridad; es mi escudo y me da la victoria.

Salmos 7:1

Señor, Dios mío, en ti yo me refugio, líbrame de mis perseguidores, sálvame.

Salmos 22:8

¡Confía en el Señor, pues que lo libre, que lo salve si le tiene aprecio!

Salmos 22:1

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste? ¡Las palabras que lanzo no me salvan!

Isaías 41:16

Las echarás al viento, que se las llevará, el temporal las dispersará; pero tú te alegrarás en Yavé, y te sentirás orgulloso con el Santo de Israel.

Isaías 37:10

con esta advertencia para el rey de Judá: 'Tú has puesto tu confianza en tu Dios y dices que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asur, pero es cierto que te va a defraudar.

Isaías 28:16

En vista de todo esto, el Señor Yavé les dice: Yo mismo voy a colocar una piedra en Sión, una piedra escogida, una piedra angular, de gran valor y firme: 'El que se apoye en ella, no se moverá.

Salmos 56:1

Oh Dios, ten piedad de mí, que me hostigan; me acosan asaltantes todo el día,

2 Crónicas 13:18

Quedaron entonces humillados los hijos de Israel y prevalecieron los hijos de Judá por haberse apoyado en Yavé, el Dios de sus padres.

Salmos 13:5

En cuanto a mí, confío en tu bondad; conoceré la alegría de tu salvación y cantaré al Señor que me ha tratado bien.

Salmos 31:2

Inclina tu oído hacia mí, date prisa en liberarme. Sé para mí una roca de refugio, el recinto amurallado que me salve.

Salmos 31:15

Mi porvenir está en tus manos, líbrame de los enemigos que me persiguen.

Salmos 91:2

dile al Señor: 'Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza'.

Jeremías 17:18

¡Que sean humillados mis perseguidores y no yo; que ellos tiemblen de miedo, no yo! Desata sobre ellos todas las calamidades, aplástalos bien aplastados.