Salmos 18:39 - Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁹ Me revistes de fuerza en el combate, y doblegas ante mí a mis agresores.

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Biblia Reina Valera 1960

³⁹ Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁹ Me has armado de fuerza para la batalla; has sometido a mis enemigos debajo de mis pies.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁹ Me ceñiste de valor para la guerra, Doblegaste a los que me resistían.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁹ Lo batiré, y no podrá ya más erguirse, lo hundiré bajo mis plantas.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁹ Pues me ceñiste de fuerza para la batalla; has sometido bajo mis pies a los que se levantaron contra mí.

Salmos 18:39 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Salmos 18:32

Es un Dios que me reviste de fuerza, un Dios que allana mis caminos.

Efesios 1:22

Dios colocó todo bajo sus pies, y lo constituyó Cabeza de la Iglesia.

Juan 15:23

El que me odia a mí, odia también a mi Padre.

Lamentaciones 5:5

Con el yugo al cuello andamos acosados; estamos agotados, no nos dan respiro.

Isaías 45:14

Así habla Yavé: 'El trabajo de Egipto y las ganancias de Etiopía, junto con los sebaítas, de alta estatura, pasarán a poder tuyo y te pertenecerán. Irán detrás de ti encadenados, se agacharán delante de ti y volviendo su cara hacia ti suplicarán: 'Sólo en ti está Dios, y no hay otro.

Proverbios 8:36

pero el que me ofende atenta contra su vida, todos los que me odian eligieron la muerte.

Salmos 34:21

El malo morirá por su maldad y los que odian al justo, lo tendrán que pagar.

1 Crónicas 22:18

¿No está con ustedes Yavé, su Dios? ¿Y no les ha dado paz por todos lados? Pues él ha entregado en mis manos a los habitantes del país; y el país está sujeto ante Yavé y ante su pueblo.

Filipenses 3:21

Pues él cambiará nuestro cuerpo miserable usando esa fuerza con la que puede someter a sí el universo, y lo hará semejante a su propio cuerpo, del que irradia su gloria.

Salmos 66:3

Digan a Dios: ¡Qué terribles son tus obras! Tu fuerza es tal que tus enemigos se convierten en tus aduladores.